El sector del taxi desentierra de nuevo el hacha de guerra

Los taxistas, divididos desde hace varios años en dos sectores claramente diferenciados, se encuentran de nuevo en pie de guerra a cuenta del sistema de gestión de la flota. Ese parece ser el último argumento, después de que la Gremial exija a Radio Taxi  que pague las cuotas atrasadas desde el mes de noviembre. El enquistado conflicto en el sector del taxi en la capital ha llegado a un punto de no retorno bastante complicado. Tanto que la ciudadanía en general se ha acabado por perder en estas luchas intestinas, sin saber ya dónde radica el problema en realidad o quiénes son los verdaderos culpables de la situación. En todos los ámbitos laborales hay fricciones más o menos evidentes, porque la armonía plena es casi un imposible, pero lo que no se puede consentir es que el malestar acabe por afectar la calidad de un servicio que, no hay que olvidar, es de carácter público. No parece de recibo que se amenace con dejar la ciudad sin parte de la flota de taxis en plenas vacaciones navideñas, utilizando así a los usuarios como auténticos rehenes de un problema que deben solucionar entre los taxistas y cuanto antes, mejor. Pero, tal y como están de radicalizadas las posturas, se antoja un imposible, después de las descalificaciones y graves acusaciones que se vierten desde uno y otro lado. Es evidente que hace falta una mediación efectiva porque por sí mismos no llegarán a entenderse de ninguna manera. Desde el Ayuntamiento se hacen esfuerzos por poner orden desde hace meses, prácticamente dos años ya, pero el mar de fondo no deja que la calma llegue al sector. El equipo de Gobierno municipal puede y debe imponer el orden y la cordura antes de que el perjudicado vuelva a ser de nuevo el usuario. En su mano está que este sector del transporte público recobre la normalidad y preste un servicio a la altura de una capital, algo que, desgraciadamente, no siempre ocurre.

    13 dic 2009 / 10:33 H.