12 mar 2014 / 23:00 H.
Para ya, tío, que te has pasado tres litros bebiendo: como nos pillen, nos va a salir la noche por un ojo de la cara. Estás amariconado, tronco; tienes menos huevos que un piojo capao; y te voy a decir una cosa, cagao: estamos hasta las narices de que vengas al cine gratis: nosotros de actores y tú de espectador; mójate el culo de una puta vez. Eh, que yo digo lo mismo, que aquí somos piña y no queremos capullos con miedo que luego van largando: si el gusto es de todos, las hostias también habrá que repartirlas como buenos hermanos. Eso, que ya está bien: esta noche te haces una gracia o te desgraciamos. Pero yo a los coches no los toco a no ser para un viaje. Esta noche, no: que vamos todos mamaos y no llegaríamos muy lejos; Demuestra que te pesan como a un toro, y embístele a esa pijería arbolito que en vez de hojas echa lucecitas. De puta madre, tío: para ser tu bautismo, no está mal: mira, que te lo he grabado. No me jodas, bórralo; que eres capaz de colgarlo en youtube. Eso va a depender de ti: si te portas bien cuando salgamos de marcha, vale; pero la vez que no, te cuelgo.