De Rajoy a Suárez

Resulta evidente que la actual política española camina hacia atrás. Lo contrario que significó Adolfo Suárez: un político de atrás hacia adelante. La crisis de entonces -institucional, económica, militar, social: es decir, total- halló un presidente que consiguió encabronar a bastantes, pero ilusionar a muchos más con otra España posible: confió en la capacidad del pueblo antes que en la fuerza de las amenazas. A la vista de tanta política actual de imposibles consensos cuando no arrodillada ante poderes fácticos no emanados de las urnas, conviene recordar que aquel Suárez supo generar posturas de consenso que ahora parecen imposibles y que prefirió dimitir antes que arrugarse.  Aquellos “puedo prometer y prometo” han resultado ser más creíbles que tantas promesas de ahora a sabiendas de incumplirlas. Quizás no haya sido el mejor presidente de la democracia, pero sí el que más trayecto ha recorrido hacia la izquierda desde la posición de la que partía; todos los demás han hecho lo contrario: al gobernar, derechizar sus posiciones iniciales. He ahí su grandeza.

    23 mar 2014 / 23:00 H.