El robo de aceituna del vecino tosiriano supera los 3.000 kilos

Al día siguiente, el Equipo Roca de la Guardia Civil se hizo cargo de las diligencias y procedió realizar el pesaje de la aceituna incautada en esa intervención, que arrojó un peso de 518 kilogramos. Dicha cantidad de aceituna fue entregada a una cooperativa de Torredonjimeno a nombre del titular de la finca donde se había producido el hurto.
El Equipo Roca prosiguió con las investigaciones y realizó varias inspecciones en almazaras oleícolas y puntos de recogida de aceituna y pudo comprobar que el detenido había realizado cuatro entregas de aceituna, las cuales coincidían en las fechas con cuatro hurtos de los que tenía conocimiento la Guardia Civil.
Con la imputación de los hurtos se pudieron recuperar los justificantes de entrega de aceituna, con un peso total de 3.085 kilogramos, los cuales fueron entregados a sus legítimos propietarios. La Guardia Civil informa también que todos los hurtos fueron cometidos en los parajes “Carrera del Caballo y Cerro Viento”, en el término municipal de Torredonjimeno.

Entregas. Se da la circunstancia de que el detenido podía realizar las entregas de aceituna en una cooperativa, al ser propietario de una explotación agrícola de olivar, la cual no ha empezado a cosechar aún. El “modus operandi” del detenido consistía en elegir zonas de fácil acceso y mucha cosecha, vareando los olivos y tirándola al suelo sin fardos, para después recoger el fruto con una sopladora. Este periódico informó el pasado viernes, 27 de noviembre, de la detención de Francisco B. G. cuando fue sorprendido “in fraganti” cuando saqueaba un olivar que no era suyo. En ese momento ya tenía cargados en el remolque unos 700 kilos de aceituna, una cantidad más que considerable si se tiene en cuenta que el ladrón se encontraba solo en el tajo. Esos hechos ocurrieron, según se publicó, en torno a las tres de la tarde del miércoles 25 de noviembre, en el paraje conocido como “Carrera del Caballo-Camino de la Mata”, que está muy próximo al casco urbano. Al parecer, un agricultor que pasó por el lugar se percató de la presencia extraña en el olivar, al ver un todoterreno y un remolque que no lo relacionaba con esa finca. También vio a un hombre que estaba cogiendo aceituna y como conocía al propietario le resultó sospechosa la escena, ya que sabía que aún no tenía previsto comenzar la recogida. Ante esas circunstancias que consideró extrañas el vecino optó por llamar a la Policía Local. El ladrón se percató de que algo no iba bien y se puso a recoger los bártulos, y poco después fue interceptado por agentes de la Policía Local.