El repique de campanas: ruido o sonido, he ahí la cuestión

Un vecino se levantó un buen día hace nueve años y se dio cuenta de que le molestaban las campanas de la Catedral, las mismas que llevaban allí siglos y siglos, mucho tiempo antes de que él se mudara, y se fue a los tribunales. La cosa no pasaría de ahí si no fuera porque gracias a su empeño infinito, los jueces han acabado por darle la razón. Un asunto rocambolesco y paradójico en sí mismo como pocos.

    12 jul 2009 / 22:00 H.

    Resulta que el concejal de Medio Ambiente se ha visto obligado a dar un ultimátum de un mes al Obispado para ajustar los decibelios de las campanas de la Catedral, para cumplir así el mandato de la sentencia del TSJA. No de una iglesia cualquiera, no, del templo mayor de la provincia. Y al día siguiente, el concejal en cuestión, lamenta que la misma sentencia no tenga en cuenta el “acervo cultural” de los jiennenses y anima a todos los vecinos a sumarse a la campaña de firmas emprendida por el deán de la Catedral en defensa del tañir de las susodichas. Con el surrealismo añadido de que es la alcaldesa la primera que estampa su rúbrica. Como si un padre castiga a su hijo, pero luego le compra un regalo para compensarlo, con un cargo de conciencia impresionante. Como no andemos listos, sólo se escucharán los toques cuatro días, Domingo de Ramos, Navidad, Corpus y Difuntos. De guasa, vamos. La ordenanza debe ser reformada cuanto antes si no queremos que llamen a misa por sms.

    **El capricho de tirar el puente. El puente peatonal sobre la carretera de Madrid, ese por el que tanto lucharon los vecinos del Polígono del Valle y tanta guerra dio el PSOE entonces, cuando estaba en la oposición, cosa curiosa, ese mismo puente, insisto, se va a borrar de un plumazo porque a Valdivielso le cae gordo. Sin más. ¿Que no es por eso? Pues no se entiende de otra forma, porque estorbar, no estorba para el tranvía. A ver si ahora con la excusa del sistema tranviario van a tirar todo lo que encuentren a su paso, que ya se sabe que teniendo un buen chivo expiatorio, hay licencia para matar. No señor, ese puente sería un tostón con los cristales rotos cada dos por tres, pero fue una reivindicación ciudadana que costó mucho conseguir, que no le salió gratis a las arcas municipales (que llenamos entre todos), y que ahora va a desaparecer porque sí. Tirar con pólvora del Rey no cuesta nada.

    **Fusiones para tapar vergüenzas. Este es el momento de que las cajas de ahorro se fusionen, según los expertos y los políticos, sobre todo. Caja de Jaén y Unicaja se lanzan mensajes de amor, mientras CajaSur parece que se lo piensa. ¿Por qué ese inusitado interés, precisamente, ahora? Una duda más: ¿Las fusiones son para crecer o para esconder? Lo pregunto porque la ministra Elena Salgado dijo esta semana, textualmente: “Las cajas españolas todavía no tienen problemas y, si llegaran a producirse, con toda probabilidad iniciarían voluntariamente un proceso de fusiones”. Amén. Un proceso más que complicado, no por nada, sino porque hay que abrochar bien los sueldazos y definir los cargos de cada alto mando. Pero, no olviden, que las cajas no son empresas privadas, el capital es público. Un detalle, pero elemental.

    **Aquí no se va ni Dios de vacaciones.  La frase es de la jefa del Ayuntamiento, según comentan las lenguas viperinas de la oposición. Se trata de dar ejemplo y como ella no se marcha, su séquito de concejales, aquí castigados.Se buscarán unos días de asueto, seguro, pero eso de irse un mes completo y perderse del mapa, ni mucho menos. ¡Hala! A sufrir todos las obras.