El rehén que se quiso liberar

Lo leo y no me lo creo. Titular de Diario JAEN: Griñán planea suprimir la mitad de las delegaciones de la Junta. ¡Y olé! Habría que haber escrito en el subtítulo.

    25 oct 2009 / 23:00 H.

    Recuerdo aquel artículo “El rehén de los estómagos agradecidos” (3 de mayo en este mismo blog) en el que comentaba que eso es lo que tenía que hacer nuestro flamante presidente andaluz, pero que era complicado y casi suicida, por la interminable ristra de asesores a dedo y otros cargos “de confianza” que pululan por las delegaciones. Demasiados palmeros sin otro oficio o profesión conocida viviendo de la teta pública. Y eso no se borra de un plumazo. Con los datos en la mano, son ciento doce delegaciones, más de cuarenta y dos mil personas. Son catorce consejerías con sus respectivas sedes provinciales y los números que marean. No menos que las diputaciones, un ente de dimensiones descomunales (en cuanto a nóminas de funcionarios y cargos de confianza varios me refiero)  que si se hace una encuesta a pie de calle, nadie sabe a ciencia cierta cómo funciona ni para qué sirve. El ayuntamiento de los ayuntamientos, sí, pero qué más. Ahí sí que no hay quien meta mano.