El recorte presupuestario aboca a los científicos jiennenses al exilio

Colectivos de toda España participaron, el pasado viernes, en la Jornada de Apoyo a la Investigación, donde volvieron a dejar de manifiesto que los recortes han hecho una mella de proporciones considerables en el campo de la ciencia. “En los Presupuestos Generales del Estado para 2015 las subvenciones para la I+D caen ligeramente con respecto a 2014”,

19 oct 2014 / 09:22 H.

lamenta la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI/Precarios) en una nota. “Un año más la convocatoria de proyectos de investigación de 2015 dependerá de la concesión de un crédito extraordinario por parte del Consejo de Ministros”, se queja el colectivo. “El gran avance de estos presupuestos es que en 2015 ‘solo’ se perderán la mitad de los puestos vacantes en Investigación gracias a una tasa de reposición del 50%. Mitad que hay que sumar al más del 90% de las vacantes perdidas en los 3 años anteriores. Y mientras tanto, nuestros científicos y especialmente los más jóvenes, deben buscar su futuro en el exterior”, remarcan desde FJI/Precarios. Y, en el caso de la provincia jiennense, la situación parece también coincidir.
Natacha Caballero es una galduriense que estudió Biología en la Universidad de Granada. “Con mucho esfuerzo por parte de mi familia”, remarca la joven, pero, también, propio. “Siempre tuve becas, así que fue dura la carrera para mí, ya que no se puede fallar”, añade Caballero, que, al concluir la carrera, se quedó con ganas de más. “Me gusta el conocimiento y pensé que la investigación podría llenar eso en mi vida, esa curiosidad por querer aprender más”, afirma la bióloga, que se puso manos a la obra: solicitó un préstamo renta universitario al banco para costearse un máster. Volver a la provincia jiennense, “con las malas expectativas laborales de los biólogos”, no era una opción. El máster acabó, y acabó también una beca en la Universidad de Jaén (UJA) de 4 años, pero la situación no había mejorado. “Me encontré con que continuar mi carrera era verdaderamente difícil, ya que conseguir una beca posdoctoral del Gobierno Español es actualmente casi imposible”, recuerda Caballero. Por esto, extendió su búsqueda “al mundo entero”. Tras “muchas entrevistas por skype”, surgió el proyecto posdoctoral en el que se encuentra actualmente gracias a “una de las mejores becas de Brasil en la Universidad de Sao Paulo”. Trata el “Desarrollo de biofilms protectores, dentro del campo de los probióticos enfocados a mejoras en la salud humana”. Caballero lleva en tierras brasileñas cerca de 3 meses. “Es una gran aventura y me encantan los nuevos retos, pero espero que las cosas cambien y podamos verdaderamente elegir si queremos volver o no”, declara la bióloga.
Fermín Aranda, decano de la Facultad de Ciencias Experimentales de la UJA, no es ajeno, ni mucho menos, a esta situación. “Muchos becarios terminan sus becas y están a la espera de ser contratados. La tasa de reposición del profesorado también es muy baja. Las expectativas de esas personas es muy limitada. Tienen que ir a la empresa privada o a la enseñanza, pero fuera de la Universidad”, explica Aranda. “Han estado varios años preparando su investigación, para luego no poder acceder a la Universidad, a quedarse en ella”, añade el decano.
“La política de recortes hace que departamentos como el mío, el de Biología Experimental, que tenía antes bastantes becarios, tenga muchos menos. Sustancialmente menos”, remarca Aranda. “Para que haya becas tienen que concederse proyectos de investigación, y se conceden muchos menos ahora, algo similar a lo que ocurre en otros departamentos”, informa el decano, que asegura que, aunque el Vicerrectorado de Investigación “trata de paliar esta falta” y compensar la reducción “aumentando la inversión en investigación”, el futuro para los jóvenes del campo de la ciencia sigue igual de precario.
“Las universidades tienen muchas más áreas, y están limitadas por tanto. Los que tienen que solucionar esto son las administraciones, la regional y la estatal”, considera el decano. “La política de recortes en investigación se nota, y sin investigación un país no puede progresar, sin invertir en I+D+I”, afirma Aranda, que recalca que “el bajón” se ha notado, sobre todo, en el último lustro. “Aquí en Brasil el Gobierno paga años de colaboración fuera a sus científicos para que después vuelvan y así incrementar el conocimiento de sus universidades”, remarca Caballero desde su nuevo país de residencia.