(3-1). El Real Madrid remonta con polémica ante Osasuna, que no le pitan dos penaltis

El Real Madrid superó una dura prueba, tras una semana marcada por la polémica en los despachos que acabó con la dimisión de Ramón Calderón, y en el estreno en el palco de Vicente Boluda, remontó al colista, Osasuna, favorecido por dos penaltis no señalados sobre Juanfran, para frenar la crisis institucional imponiendo la parte deportiva. El fútbol había pasado a un segundo plano en una semana convulsa para el madridismo.

    18 ene 2009 / 20:27 H.

    La crisis en la que se ha introducido un club encaminado a unas nuevas elecciones, tras la última polémica de Ramón Calderón, desvió la atención de la reconstrucción deportiva que estaba logrando Juande Ramos y pareció golpear al equipo en una primera parte de impotencia. La masa social del Real Madrid está hastiada de años de incertidumbre. No quedan fuerzas para movimientos masivos, ni para manifestaciones de queja. El fútbol se convierte en la vía de escape. Es cuando el madridista no ve reflejado en el campo los valores de la historia blanca, cuando muestra su enfado de verdad en forma de silbidos. La poca atención que dedicaron al palco por la novedad de Vicente Boluda en el sillón presidencial, contrastó con el rigor al que someten a un equipo, que anduvo sin rumbo, jugó a impulsos y se perdió en balones largos ante la falta de creación. 29 minutos tardaron en aparecer las quejas generalizadas. Por si faltase morbo llegaba al Santiago Bernabéu José Antonio Camacho, madridista de raza presente en las polémicas elecciones con las que Calderón accedió al poder. Presentó a un Osasuna ordenado, con las ideas claras defensivamente y confiado en la calidad de Juanfran para montar un ataque directo que brilló en el primer acto. Una acción de raza de Gonzalo Higuaín a los 24 segundos, que sacó con una magnifica parada Roberto por bajo, fue la ocasión más clara de un Real Madrid que moría en pases en largo de Pepe ante la falta de construcción del doble pivote formado por 'Lass' y Gago. Monreal frenaba en seco a uno de los jugadores en mejor forma del campeonato, Arjen Robben, y sin juego entre líneas el conjunto de Pamplona llevó el partido a su terreno. Un cabezazo de Pandiani libre de marca avisaba lo que estaba por llegar. Por el medio, el colegiado se tragaba un penalti sobre Juanfran, que incrédulo en su vuelta a casa veía como era amonestado, y minutos después, en el 18, enrabietado ponía a prueba los reflejos de Casillas con un disparo seco con potencia. El guardameta blanco veía cortada su racha después de tres partidos sin encajar gol en 290 minutos. El centro medido de Plasil desde el costado izquierdo, lo remató con poderío Nekouman, cambiando la trayectoria de su remate al movimiento de Casillas. El empate sólo podía llegar con remates de Sergio Ramos, siempre libre en acciones a balón parado. El primer cabezazo desviado. El segundo gol anulado por fuera de juego. Recuperado físicamente, el defensa andaluz vivía una tarde en la que rondaba el gol. Hacía falta un golpe de efecto y Juande Ramos decidió pasar al olvido las acusaciones de técnico defensivo. Introdujo en el campo todo su arsenal juntando jugadores como Raúl, Higuaín, Robben y Huntelaar. El orden era imposible, pero apelando a la épica las opciones de remontar subían para un equipo acostumbrado a hacerlo en una buena parte del campeonato. Entraron Van der Vaart y Huntelaar por Cannavaro y un desaparecido Sneijder, Ramos pasó al centro de la defensa y 'Lass' al lateral derecho, una posición en la que ya había jugado en su carrera. Se entregó al máximo, ganándose aún más la confianza de Juande Ramos por delante de Huntelaar, que sigue sin encontrar un hueco, ansioso por marcar. Un disparo lejano de Sergio Ramos inició la reacción. Pasaban cinco minutos de la reanudación, cuando en una de sus incorporaciones de raza, chutó con potencia para que Roberto cometiese su único error de un buen partido. Osasuna, último de la clasificación, que llegaba de ser remontado por el Barcelona fue un manojo de nervios y comenzó a cometer errores que le costaron caro. Sus síntomas de recuperación se fulminaron, desapareciendo del campo por minutos. Robben ganaba protagonismo con los minutos. Comenzó a explotar la velocidad que desequilibra y en acción personal buscó portería para que Higuaín, entrando desde atrás, sorprendiese a todos marcando su gol número doce en Liga. En catorce minutos el Real Madrid recuperó el pulso a la Liga, simulando el poder de reacción del Barcelona ante Osasuna. Había obtenido dos goles en dos tiros a puerta en una segunda mitad en la que podría disfrutar. No sentenció y acabó tiñiendo de polémica su triunfo. Un nuevo claro penalti sobre Juanfran, en esta ocasión de Pepe, no fue señalado por Perez Burrull que además le expulsó por considerar otra simulación. Duro castigo para un colista que se entregó con diez en los últimos minutos, en los que Robben, tras los fallos en el remate de Marcelo y Van der Vaart, cerró el marcador en la última jugada del partido. Un triunfo que vuelve a dar protagonismo al fútbol por encima de todo.