El Real Jaén acude a los once metros para liquidar al Roquetas 0-1
El Real Jaén se vio obligado a acudir a los once metros para superar a un Roquetas claramente inferior, aunque antes desperdició buenas ocasiones para sentenciar el partido. Pero no estuvo acertado. Tuvo que ser Geni, en el minuto 88, quien marcara de penalti y diera los tres puntos al conjunto de Carlos Terrazas.
El Real Jaén definió su perfil desde el primer momento. Tenía claro que la victoria pasaba por mantener su meta a cero y no perder los nervios pese a las numerosas concesiones que hizo en ataque. No fue la mañana de Arriaga, demasiado espeso en sus acciones, ni de los jugadores de banda, excesivamente intermitentes en su fútbol. A diferencia de otros encuentros, el equipo de Terrazas gestionó el juego desde el comienzo. No existe mejor forma de defender que tener la pelota. Y el Real Jaén la tuvo. Otra cosa es que le diera criterio y brillantez a la circulación. Ni muchos menos. Pero el balón le valió para mantener a raya al rival y no pasar por situaciones de angustia. La primera parte fue un oasis de tranquilidad. El Roquetas no dio señales de vida, porque se enfundó el traje del respeto y se olvidó del partido. Le interesó más lo que hiciera el oponente que el propio desarrollo del juego. Un tímido disparo de De Gomar fue su única hoja de ruta en ataque. El Real Jaén estuvo más vivo, pero sin demasiados alardes. Creó peligro a balón parado, pero tampoco de forma continuada. El Real Jaén se preocupó más de que no le marcaran que de liquidar al Roquetas por la vía rápida. Algo que entronca con la filosofía de su entrenador y que, en Segunda B, garantiza éxitos y triunfos. Quedó constancia en este primer tiempo que, cuando el equipo de Terrazas cambiara el ritmo y buscara el triunfo sin reservas, los puntos caerían de su lado. La superioridad entre un equipo y otro fue notoria.
El Real Jaén se dejó en el vestuario el carácter pusilánime y conformista y persiguió el gol con más ahínco desde el arranque de la segunda parte. La cuestión era simple: superar la defensa en línea y muy adelantada del Roquetas. No tardó en encontrar el hueco. Lo hizo a los diez minutos. Arriaga ganó la espalda a los centrales y se plantó ante Toni Bernal, pero resolvió extremadamente mal. Lanzó el balón fuera. No es la primera ocasión de esta naturaleza que falla el delantero. Al Real Jaén se le planteó entonces un dilema: encontró la forma de abrir la defensa rival, pero, sin embargo, no ajustó bien su punto de mira. Llegaron ocasiones, algunas muy claras, pero ninguna alteró el marcador. ¿Dónde se fue el acierto? debieron preguntarse los muchos aficionados jiennenses que acudieron a Roquetas. Faltó definición, pero los cambios que introdujo Terrazas dieron un tono más eléctrico al grupo.
La sustitución más influyente en el juego fue la de Diego Herrera. El perfil lineal y estable que llevó el partido se rompió con la entrada del “nueve”. No es que el Roquetas cambiara su arquitectura, pero la fogosidad del delantero sembró cierta inquietud en las filas blancas. Fueron los únicos instantes en los que los locales, casi siempre en saques de esquina, pusieron a prueba a Dani Hernández, que, en alguna acción, hizo contener la respiración a más de un seguidor. Sobre todo en una en la que no atajó la pelota y generó varios lances de peligro. No tuvo más trabajo el guardameta. Poco después apareció una roja (la expulsión de De Gomar) que se convirtió en un nuevo inconveniente. Con uno más, el Real Jaén se atascó y no encontró la circulación adecuada. En esa fase de indecisión se gestó el gol de la victoria, naturalmente a balón parado. Galdós golpeó con destreza una falta lateral y Geni, entre una nube de jugadores, cuando se disponía a rematar, fue agarrado por un defensor. No hubo duda. Fue penalti y claro. Geni le dio emoción y suspense al lanzamiento. Lo ajustó tanto que el esférico tocó en el palo y luego entró en la meta de Toni Bernal. El tiro valió tres puntos. Como en La Línea, el Real Jaén tuvo que acudir a los once metros para vencer. Pero fue el justo ganador. José Eugenio Lara /Jaén