El punto limpio es objeto de robos “casi cada día”
Como Dios por su casa”. Así se mueven los ladrones por las instalaciones del punto limpio de la Casilla de Romero, según el encargado de las instalaciones, Antonio Ruiz. El empleado asegura que, aunque antes hubo sustracciones esporádicas, desde hace alrededor de tres meses se producen un día sí y otro no. Los delincuentes esperan a que las “jaulas” de almacenamiento estén llenas para penetrar de noche en el recinto, mientras estar cerrado, después de forzar la valla perimetral. Colocan un vehículo en el camino y se llevan diverso material.
Les interesa, la chatarra convencional y diversos electrodomésticos y aparatos, como televisores y ordenadores. A veces los desguazan y dejan tirada la parte que no quieren —en alguna ocasión han dejado las carcasas de plástico en un olivar— de manera incontrolada. De los frigoríficos les interesa el motor. A menudo, los autores se meten en los contenedores y no dudan en sacar pesadas lavadoras. Hace poco incluso “arramblaron” con el cable de varias farolas del espacio. El último de los asaltos ocurrió ayer durante la madrugada.
Antonio Ruiz destaca la impotencia ante los reiterados robos, denunciado ante la Policía Local o la Guardia Civil. “Estoy aburrido”, resume. El problema se repite en otros puntos limpios de la provincia. En opinión del empleado, ni siquiera medidas de seguridad como la instalación de cámaras y alarmas o el aumento de la altura de valla conseguiría disuadir a los malhechores. De esta manera, el responsable de las dependencias, adscritas a la empresa Resur, manifiesta que, en la práctica, es como si los ciudadanos que depositan sus aparatos en el lugar lo hicieran para los ladrones. Ruiz expresa su temor porque suele encontrarse solo en las instalaciones. “Estoy vendido. Ellos no tienen nada que perder”, dice.
Sobre la autoría existe sospecha de que se trata de un grupo de hombres residentes en una casa rural. De hecho, tiempo atrás hubo detenciones de personas que habían robado en el punto limpio.