El Puente Tablas, “tapado sin aviso”

La Asociación de Vecinos Puente Ibérico, en el Puente Tablas, se siente “sorprendida” por un hecho que, días atrás, ocurrió en el barrio. El presidente del colectivo, Pedro García Molina, percibió la presencia de máquinas que, en un primer momento, achacó a la limpieza del río Guadalbullón. “Mi sorpresa fue que, al día siguiente, cuando pasé por la zona, estaban limpiando el río, pero la tierra que retiraban, en vez de llevársela, la están utilizaban para tapar el puente viejo. Eso hace que disminuya el caudal de circulación por el puente, algo que me parece absurdo”, asegura García.

05 jul 2015 / 08:27 H.


Al taponar parte del puente, que pasa de tener una anchura aproximada de doce a seis metros, según el presidente, se reduce la capacidad de evacuación, lo que puede provocar una inundación en las viviendas del barrio, muy próximas al emplazamiento donde se sitúan las infraestructuras. “A la asociación no nos han comunicado nada. Tengo la certeza de que ha sido la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que es la que tiene las competencias en ese tema. Si se reduce la capacidad de evacuación y el ancho a la mitad, aumenta la probabilidad de que el agua se desborde”, detalla el presidente García Molina.
“No hace falta ser ingeniero para darse cuenta. Lo han tapado y puede que esté así para toda la vida, porque han cogido tierra de un sitio y la han ido acumulando en otro, en vez de llevársela, hasta tapar el puente. Es como si la quito de un sitio y la pongo en otro. El puente tiene su área de distribución del líquido y ahora no puede pasar por ahí, con la incongruencia que supone que se hizo un puente nuevo para preservar el puente antiguo y ahora resulta que se tapa”, concluye el presidente de la asociación vecinal. El puente más reciente, que se construyó hace catorce años, se edificó para “proteger” al antiguo y evitar que este se viera afectado. “El Puente Tablas es un monumento que tiene años de antigüedad y es un símbolo no solo de este barrio, sino de toda la capital de la provincia, que en otros tiempos, incluso, servía para refrescarse”, incide.
Pedro García admite que recibió llamadas de setenta u ochenta vecinos para que le informara de qué pasaba, puesto que los propios residentes tienen un gran apego a unas infraestructuras tan características de su zona. “Están preocupados, primero, por los problemas que puede ocasionarles y segundo, por el propio monumento, ya que es una pieza que identifica al barrio con un factor emocional”, continúa el presidente. Hasta el momento, ni la historia que precede al Puente Tablas le ha evitado ser “tapado”.