El Premio de Piano gana internacionalidad
Claudia Sánchez / Jaén
Los jóvenes virtuosos del piano llegan a la fase final del 53 Concurso Internacional de Piano Premio Jaén organizado por la Diputación Provincial. Las notas pianísticas en el Paraninfo resultaron muy convincentes y de suma belleza, bajaron por la calle Compañía y, tras cautivar el corazón del casco antiguo, se adentraron en el grande y moderno espacio escénico, el Teatro Infanta Leonor.

Los jóvenes virtuosos del piano llegan a la fase final del 53 Concurso Internacional de Piano Premio Jaén organizado por la Diputación Provincial. Las notas pianísticas en el Paraninfo resultaron muy convincentes y de suma belleza, bajaron por la calle Compañía y, tras cautivar el corazón del casco antiguo, se adentraron en el grande y moderno espacio escénico, el Teatro Infanta Leonor.
Entre los 46 inscritos, de más de 40 países diferentes y cuatro continentes, quedaron seleccionados 18 jóvenes pianistas. La semifinal se celebra hoy miércoles, pues el jueves tienen que ir los tres finalistas a ensayar con la Orquesta titular del Premio, la Orquesta Ciudad de Granada, para preparar su actuación en la final el día 6 de mayo.
El marcado carácter internacional de esta cita, en esta edición se acentúa, ya que los 18 concursantes seleccionados son de 14 países diferentes: Alemania, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, España, Grecia, Italia, Japón, Polonia, Reino Unido, República Checa, Rusia y Ucrania. Sorprende esa gran diversidad de nacionalidades. Estos jóvenes músicos vinieron incluso de países, que quizás nunca estuvieron en este certamen, como Armenia o Australia. Además, los miembros del jurado son concertistas y pianistas prestigiosos y también de procedencia diversa: alemana, española, uruguaya y austriaca, varios de ellos ganadores del premio, en concreto, la presidenta del jurado, la española Begoña Uriarte, obtuvo el galardón en 1957, y la polaca Elza Kolodin en 1973.
En esta Babel jiennense, donde confluyen pianistas viajeros, las azafatas realizan un trabajo fundamental en la coordinación de todos los concursantes y de cara al público que asiste a los conciertos. Han de solucionar todas las dudas, problemas, consultas que les realizan los participantes, son traductoras, acomodadoras, intérpretes, con una dedicación total para solucionar todos los pormenores que vayan surgiendo. También se encargan de una mesa informativa, en la que están los programas del concurso, en ella llevan el listado del orden de actuaciones de cada una de las fases y han de atender a todas las personas que tienen cualquier implicación en el certamen, tanto jurado, como medios de comunicación, representantes de instituciones… Una de las más jóvenes concursantes, Jialiang Zhu, está muy interesada por toda la cultura española y les dice a todas las azafatas el significado de su nombre en chino. Ya les explicó que el suyo propio, Zhu, significa premio luminoso. A menudo con los idiomas ocurren anécdotas, no es la primera vez que alguna azafata habla en inglés a un participante que conoce el español. La mezcla de acentos y de lenguajes hace que se cree un ambiente muy eceptivo.
Los pianos-banco instalados en las plazas de Santa María, San Francisco y de las Batallas soportan estoicamente la lluvia, pero, cuando hay un poco de sol, de momento tienen niños encima que los usan como tobogán. Además, no hay que ir buscando programación y horarios pues estos bancos con forma de piano lo indican bien. El acercar el premio a la población también se potencia con la presencia de unos soldaditos disfrazados que reparten octavillas por doquier; con el concurso de fotografía, iniciado en esta quincuagésima tercera edición, para todos los internautas ¡se busca piano! y algunos restaurantes participan de la original iniciativa gastronómica “tapas con sabor a piano”.