El PP saca músculo en el bastión socialista y augura la alternancia
Redacción /Sevilla
Un PP “sin complejos” logró reventar ayer uno de los bastiones socialistas, el velódromo de Dos Hermanas. Unas 30.000 personas, según la organización, exigieron la dimisión de Zapatero y arroparon al partido, que se autoproclamó en alternativa a un Gobierno “inútil” ante la crisis. La subida de impuestos fue la diana de los mensajes.

Un PP “sin complejos” logró reventar ayer uno de los bastiones socialistas, el velódromo de Dos Hermanas. Unas 30.000 personas, según la organización, exigieron la dimisión de Zapatero y arroparon al partido, que se autoproclamó en alternativa a un Gobierno “inútil” ante la crisis. La subida de impuestos fue la diana de los mensajes.
A más de uno en el PP le imponía el reto de llenar el velódromo de Dos Hermanas, el escenario donde históricamente los socialistas han celebrado sus grandes convocatorias. Ayer los populares estaban exultantes porque lograron abarrotar el recinto, donde caben unas 22.000 personas. Unas 30.000, según la organización, asistieron al acto central del partido —la mayor movilización del PP andaluz— y hasta 40 autobuses, muchos de ellos de Almería, se quedaron fuera porque ya no cabía un alfiler. No es de extrañar, por tanto, que los populares calificaran el momento de “histórico” y que hasta Javier Arenas, el urdidor de la cita, hablara del “espíritu de Dos Hermanas”, símbolo, a su juicio, de que el cambio político en Andalucía y España está más cerca que nunca.
El acto estuvo cargado de símbolos. No es un asunto baladí. El PP quería demostrar que es capaz de movilizar a tanta gente como el PSOE en una ciudad donde el alcalde socialista, Francisco Toscano, gobierna desde el inicio de la democracia. Sevilla es un agujero negro para los populares y la provincia de España donde hay más distancia con el PSOE. Arenas sabe que si no consigue avanzar en Sevilla es difícil que llegue a la presidencia de la Junta. Y Mariano Rajoy, lo mismo. Por eso el líder del partido aceptó la propuesta del dirigente andaluz y ambos reivindicaron que Dos Hermanas “no es propiedad de ningún partido”.
Hubo un mensaje claro que repitieron todos los oradores: los Gobiernos socialistas están dando “bandazos” con la crisis y sólo el PP podrá sacar al país y a la comunidad de ella. “Las cosas se pueden hacer de otra manera. Nadie se merece tanta chapuza e improvisación. El PP representa la esperanza para los parados”, aseguró Rajoy. Los populares sacaron toda su artillería contra la subida de impuestos anunciada un día antes por el Ejecutivo. “Es perjudicial y no era necesaria”, señaló el líder del partido, y añadió que el Gobierno aumenta la presión fiscal para “tapar los agujeros que ha creado con su política de despilfarro”. Arenas suscribió este argumento y volvió a decir que si se convierte en el próximo presidente de la Junta la austeridad será su seña de identidad. El portavoz económico de los populares, Cristóbal Montoro, fue más allá y llamó “pandilla de inútiles” a los socialistas por su gestión ante la crisis. “No tienen remedio y cuando gobiernan en Madrid y en Andalucía la combinación es letal”, afirmó. Montoro garantizó que esta situación “no habría pasado con el PP” y recordó que Aznar “sacó del hoyo económico a España en el 96”.
en clave nacional. El acto tuvo más tintes nacionales que andaluces. Con gritos de “Zapatero dimisión” o “Zapatero embustero” respondía el público a cada alusión al presidente del Gobierno. No se mencionó, sin embargo, al presidente de la Junta, José Antonio Griñán. Hubo referencias al “sucesor de Chaves”, pero la estrategia de Arenas es obviar su nombre para seguir por delante en grado de conocimiento ciudadano. Arenas, también vicesecretario Territorial del PP, dedicó parte de su intervención a elogiar al líder popular. “Aquí ha estado varias veces Zapatero. La última vez vino en un avión Falcon del Ejército a engañar a los españoles. Tú has venido en AVE a decir la verdad”, dijo. Aseguró que Andalucía será la “locomotora y el motor del cambio” para llevar a Rajoy a La Moncloa. El presidente del partido sólo se dirigió al líder andaluz en una ocasión, cuando apostó por recortar el gasto público “como ha hecho Feijóo en Galicia y como ha anunciado que hará Arenas”. Los mensajes en clave nacional estaban muy estudiados. Los intervinientes pasaron de puntillas por la polémica del caso Gürtel.