El PP logra un empate por el desgaste de la crisis en el PSOE

Redacción
Andalucía está dividida a partes iguales entre los dos grandes partidos, el Partido Socialista (PSOE) y el Partido Popular (PP). Si hoy se celebraran elecciones autonómicas, se produciría prácticamente un empate entre las dos fuerzas mayoritarias en la comunidad, con apenas siete décimas de diferencia entre los socialistas –que seguiría siendo el partido más votado–, que lograrían el 41,8% de los votos, y los populares, que les seguirían a muy corta distancia con un 41,1% de los sufragios emitidos.

    21 feb 2010 / 10:47 H.

    Según los datos del Barómetro Andaluz de Prospectiva, PULSO, el partido del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, perdería la mayoría absoluta en el Parlamento que ha ostentado en los últimos seis años, logrando hasta 6,4 puntos menos respecto los resultados de los últimos comicios de marzo de 2008; entonces, el candidato fue el ahora vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves. El desgaste que no logró el pasado año el relevo en el Ejecutivo andaluz, tras 19 años de liderazgo de Chaves, lo genera, 12 meses después, la presión de la crisis económica sobre quien tiene la responsabilidad de gestionar y buscar soluciones.
    El partido que preside Javier Arenas, por su parte, recorta distancias respecto al PSOE, al ganar 2,5 puntos en intención de voto, pasando del 38,6% logrado en 2008 (47 diputados) al 41,1% que le otorga el actual sondeo. Se recortan claramente las distancias, pero aún no lo suficiente como para darle la vuelta al mapa político de la comunidad, en la que los socialistas gobiernan desde que se recuperó la democracia. El PP, así, seguiría siendo la segunda fuerza política de la región, pese al evidente acercamiento, más acentuado en los últimos meses, a su máximo rival.
    Las dos formaciones que siguen en votos al binomio PSOE-PP, Izquierda Unida (IU) y el Partido Andalucista (PA), mantienen su línea descendente de los últimos meses. Así, la coalición de izquierdas resta 0,73 puntos a los votos cosechados en los pasados comicios, que le permitieron mantener sus seis escaños, pasando del 7,1% al 6,4%. Cuatro décimas por debajo de aquellas elecciones quedan los nacionalistas —que ahora concurren en coalición con su antigua escisión, el PSA—, que ostentarían el 2,4% de los sufragios (2,8 fue su resultado real hace dos años). Con estos datos tampoco lograrían recuperar su representación en el Parlamento, perdida en la última convocatoria electoral después de haber sido durante dos legislaturas el socio de gobierno de los socialistas (del año 1996 al año 2004).
    En este cuarteto se introduce una novedad importante: la irrupción de Unión Progreso y Democracia (UPyD, el partido encabezado en el ámbito nacional por la ex socialista Rosa Díez) como la cuarta fuerza política de Andalucía, desbancando así al PA, al que supera por dos décimas. UPyD lograría el 2,6% de los votos, si hoy se celebrasen elecciones al Parlamento autonómico, lo que supone dos puntos más respecto a la nota de su primera cita con las urnas en Andalucía.
    evolución. El pasado junio, cuando se publicó la última entrega de este mismo sondeo, las encuestas reflejaban otra Andalucía bien diferente. Los ciudadanos ratificaban entonces su confianza en el PSOE, al que la crisis financiera, el paro y sus demás consecuencias no le pasaban factura. De hecho, los socialistas arrancaban el 48,6% de los votos, esto es, cuatro décimas por encima de los votos reales cosechados en 2008. Desde entonces, el PP ha remontado nueve décimas, desde el 40,2%; ganaba entonces 1,6 puntos respecto a las últimas elecciones, pero seguía sin capacidad de gobernar. Los datos de esta última oleada de PULSO dejan, por contra, un escenario abierto en el que cualquier resultado resulta factible.