El polígono Guadiel cobra vida tras cinco años “encallado”

El polígono Guadiel de Guarromán es de los mejores que existen al Sur de Madrid. Lo reconoce el alcalde del municipio, Alberto Rubio, que se felicita de que, después de años “encallado”, se haya podido solventar el problema que existía para vender los terrenos de la segunda fase. Hasta ahora, no se había concedido la licencia del proyecto de parcelación indispensable para comercializar, por lo que ha estado estancado desde que se acabaron las obras, hace cinco años. “La anterior Corporación (PSOE) no movió un dedo por intentar vender y que se instalaran empresas. La actual ha desencallado el problema y, de no hacerlo, se hubiera agravado”, defiende Rubio, que también se felicita de recibir las primeras llamadas de firmas interesadas.

11 nov 2015 / 11:46 H.


El polígono Guadiel empezó a construirse en 1978, de la mano de la Entidad Pública Empresarial del Suelo (Sepes). La primera fase se terminó entre 1981 y 1982. En ese momento, se empezó a comercializar terreno y cuando ya llevaba el 80% de las parcelas vendidas, se decidió poner en marcha las obras de las segunda fase para dar cabida a un mayor número de empresas. Días después de tomar posesión como regidor, Rubio se trasladó hasta Madrid para solicitar a Sepes la enajenación de parcelas para, así, incentivar, la llegada de nuevas firmas. Fue entonces —el 19 de junio— cuando supo que no podía ser porque no se había otorgado licencia al proyecto de parcelación para inscribir el suelo en el Registro de Propiedad. El problema venía de lejos, hasta el punto de que el Gobierno alertó de la interposición de un recurso. Se aprobó y desde hace unas semanas pueden implantarse las firmas en el polígono.
Precisamente, el viernes, la compañía SEUR inaugurará su nave de transbordo. La compañía explica que la elección se basa en que “es un enclave tradicional en transporte y nodo de conexión ventajoso para los flujos desde Andalucía hasta Levante y a la meseta”.
Por otro lado, Alberto Rubio ha enviado una carta a los propietarios de la primera fase para anunciarles que, en enero, se pondrá en marcha la Entidad de Conservación. Deberán pagar una cuota para sufragar gastos de mantenimiento, algo que no ocurría hasta ahora y que fue reconocido por la Junta.