El PNV acusa al Rey de la derrota electoral en el País Vasco

El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, ha afirmado que el “pacto de Estado” para echar al PNV del Gobierno vasco tras los comicios del 1-M cuenta con la complicidad del rey Juan Carlos, con lo que se estaría quebrando su supuesta neutralidad en la acción política del país. 

    29 jun 2009 / 19:24 H.

    Urkullu aseguró que su partido se mantiene “tranquilo” y con el objetivo de “reafirmar su liderazgo”, a pesar de la “estrategia de Estado” de PSOE y PP para “diluir los nacionalismos”. Asimismo, dijo no saber “a qué carta está jugando” el lehendakari, Patxi López, que “vive de la resaca” del trabajo del Gobierno anterior y de “los diez años de trabajo de Ibarretxe”. Estas declaraciones del presidente del PNV se producen después de que la sociedad vasca y todas las instituciones democráticas hayan condenado con dureza el último atentado de ETA, que costó la vida al inspector de la Policía Nacional Eduardo Puelles. También, el lehendakari Patxi López se ha mostrado muy crítico con la banda terrorista ETA, algo que echaron de menos muchos sectores de la sociedad, tanto vasca como española, durante los años que el PNV ocupó la presidencia vasca. En la entrevista que concedió a RNE, Urkullu recordó las declaraciones de “una profesional de un medio de comunicación que hizo referencia antes de las elecciones autonómicas del pasado 1 de marzo a que el monarca del Estado español, también públicamente, parece que hizo alguna referencia a la necesidad de desalojar al PNV en una suma de fuerzas entre el PSOE y el PP” y destacó que en algunas de las entrevistas que ha concedido este pasado fin de semana ha dicho que no ha escuchado ningún desmentido en ese sentido. Por lo tanto, concluyó que “sí ha existido una estrategia de Estado” para que los nacionalistas abandonaran el Gobierno vasco. En su opinión, la “estrategia de Estado” entiende que tiene que ser “coyuntural” porque, además, “el pacto PSE apoyado en el PP como indican las últimas encuestas del CIS, es el pacto menos deseado por la sociedad vasca y por eso es por lo que tengo la esperanza de que esto haya sido una cuestión más de ambición de querer desalojar al PNV de la responsabilidad del Gobierno”. Urkullu afirmó que el PNV está “tranquilo y mira ya al futuro con una perspectiva de positivismo, de intentar en lo urgente garantizar el liderazgo institucional de este país y también, en lo social, reafirmar el liderazgo que tiene el PNV, porque no en vano en las pasadas elecciones autonómicas obtuvimos una victoria con más de 80.000 votos y cinco escaños”.  Respecto a la condena del último atentado Urkullu dijo que “nada ha cambiado” en la reacción que tuvo el lehendakari tras el último asesinato de ETA con la tuvieron anteriormente los lehendakari de su partido, Ibarretxe, Ardanza o Garaikoetxea, después otros atentados. Así, explicó que en los actos celebrados tras el asesinato de Puelles, el pasado 19 de junio, se ha sentido “molesto” con “el falseamiento de la realidad que se está dando, y con una amplificación de ese falseamiento por parte de grupos de comunicación que tienen que justificar” la acción de la Lehendakaritza.
    Por último, añadió que está “dolido” con quienes, a su entender, han tratado de cuestionar el “compromiso ético y político del PNV en contra del terrorismo” y matizó que “nada ha cambiado” en la reacción del actual lehendakari respecto de la que habían tenido “anteriormente Ibarretxe, Ardanza o Garakoietxea”, tras los atentados.