El pintor José Cózar regresa a Baeza con sus 50 años de arte
El pintor José Cózar (Baeza, 1944) dejó su provincia natal hace ya unas cuantas décadas para irse a vivir a Valencia. A pesar de ello, Jaén “siempre” está presente en su corazón y, “por supuesto”, en su obra. Así lo afirma el artista, que, ahora que llega el mes de agosto, regresa a su tierra, como hace siempre. “El mes de agosto y las vacaciones de Semana Santa siempre las tengo reservadas para venir a exponer a Jaén. En estas fechas siempre traigo parte de mi obra a algún rincón de la provincia para que la disfruten mis paisanos”, desvela el pintor jiennense, que en esta ocasión expone en Baeza una recopilación de 40 obras.
El pintor José Cózar (Baeza, 1944) dejó su provincia natal hace ya unas cuantas décadas para irse a vivir a Valencia. A pesar de ello, Jaén “siempre” está presente en su corazón y, “por supuesto”, en su obra. Así lo afirma el artista, que, ahora que llega el mes de agosto, regresa a su tierra, como hace siempre. “El mes de agosto y las vacaciones de Semana Santa siempre las tengo reservadas para venir a exponer a Jaén. En estas fechas siempre traigo parte de mi obra a algún rincón de la provincia para que la disfruten mis paisanos”, desvela el pintor jiennense, que en esta ocasión expone en Baeza una recopilación de 40 obras.
De este modo, desde mañana y hasta el próximo 31 de agosto, la Galería Gaspar de Becerra de Baeza —el Antiguo Cuartel de Sementales— acoge una muestra “retrospectiva” del más de medio siglo de pintura de Cózar. Una exposición que lleva por nombre “Dos formas de pintura” y en la que el artista baezano presenta sus dos tipos de creaciones: a pincel y a espátula. Dos modalidades distintas de pintura, pero que persiguen un mismo fin: atrapar la esencia de los paisajes que van a ser pintados. Así lo explica Cózar: “Yo trabajo dos tipos de pintura, a pincel y a espátula. Son dos modos de pintar muy distintos, pero que pretenden reflejar la esencia de cada pueblo, de cada paisaje, o de cada calle que en ella se representa”, expone el pintor, quien explica que sus creaciones tienen semejanzas con las del afamado pintor valenciano Joaquín Sorolla.
encanto. A pesar de haber recorrido “toda España” pintando y presentando sus más de 400 obras, para el pintor baezano no hay nada como Jaén. Una provincia en la que Cózar encuentra la belleza “en cada rincón”, gracias, en gran medida, “a la luz que brilla aquí”. Y es que, para este artista amante de luminosidad jiennense, la luz que hay en la provincia es “única e incomparable”. “Jaén tiene un encanto especial en su luz, que es única para pintar y ser pintada. He estado pintando en Galicia, en el País Vasco, en Valencia o Madrid y ninguna provincia de España tiene el encanto que tiene Jaén en su luz. Y esto para mi pintura es lo más importante”, asegura el artista baezano.
Son muchos los rincones de Jaén que tienen su réplica en las obras de Cózar: la capital, los olivares o la Sierra de Cazorla. Pero el pintor no puede decantarse por uno como su favorito, ya que, asegura, una vez que ha trasladado la imagen de cualquier paisaje a un lienzo, este se convierte en “un hijo” para él, que, desde hace más de medio siglo, vive empeñado en convertir cualquier rincón por el que pasa en su particular creación. “Lo más importante es la estética. Tengo mi estilo, que es muy particular y que, por supuesto, también tiene detractores, pero yo cuando pinto solo persigo una cosa: captar qué significa para mí tal lugar, es decir, captar sus tradiciones, su rincones más bellos”. Un ímpetu que le empuja a recoger en el lienzo cualquier lugar al que él encuentre atractivo, como la Gran Vía de Madrid, donde se plantó con su caballete bajo el brazo y no se marchó, dice Cózar, hasta que no pintó “lo que quería”.