El peligro de los plazos en proyectos de gran envergadura

La futura Ciudad Sanitaria es uno de los proyectos más importantes y esperados para esta provincia tan necesitada de ilusiones que luego se materialicen. Son muchas las expectativas que hay creadas sobre esta nueva infraestructura porque, además del espectacular avance que supondrá tener todos los dispositivos hospitalarios concentrados en lugar —en vez de dispersos como ahora—, trae consigo una segunda gran aspiración de los jiennenses: la implantación de la carrera de Medicina. Desde Salud se ha puesto fecha, con nombre y apellido, al comienzo de la construcción, aunque sin concretar demasiado más detalles. En el año 1010 comenzarán las obras, según prometió ayer la consejera del área, María Jesús Montero, aunque todavía la Junta depende del Ayuntamiento de la capital para que finalice el proceso de cesión de los terrenos y pueda abrirse el siguiente paso que es la redacción del proyecto, un trámite que será lento y complicado por la complejidad de la obra. El camino no será fácil, aún con el gran aval que  pone que tanto las administraciones regional como local sean del mismo color político y la colaboración institucional sea magnífica. Pero hay que dar un margen de confianza a los políticos y estar pendientes de que los plazos, con cierta flexibilidad, se cumplan conforme a lo que se anuncia a la ciudadanía. En la otra cara está el Museo de Arte Ibero, ejemplo de las zancadillas políticas durante años y retrasos injustificados, que todavía no avanza, y no hay motivo aparente que lo justifique. Es de esperar que la Ciudad Sanitaria sea la excepción y el año próximo se pueda, al menos, colocar la primera piedra. Después, se podrá dilucidar qué uso se le da al actual Hospital Neurotraumatológico, situado muy cerca de los terrenos en los que se construirá el nuevo complejo sanitario, un asunto que no debe ser escollo para frenar el desarrollo de unas obras tan esperadas.

    07 feb 2009 / 16:49 H.