El paso elevado del Princesa será la pasarela al campo de fútbol
Javier Esturillo / Jaén
La Delegación de Obras Públicas y Transportes tiene ya decidido el destino del paso elevado que une el Neurotraumatológico con el polígono de Los Olivares, que será desmontado la próxima semana. La alternativa que baraja es colocarlo en la Carretera de Granada a la altura del campo de fútbol.

La Delegación de Obras Públicas y Transportes tiene ya decidido el destino del paso elevado que une el Neurotraumatológico con el polígono de Los Olivares, que será desmontado la próxima semana. La alternativa que baraja es colocarlo en la Carretera de Granada a la altura del campo de fútbol.
Con ello la Junta de Andalucía daría una solución a los riesgos que entraña para los aficionados acceder al Nuevo Estadio de La Victoria los días de partido. Técnicos de la unión temporal de empresa encargada de la ejecución del proyecto del tranvía y de la Delegación estudian, en estos momentos, la posibilidad de trasladar la estructura a la Carretera de Granada. Según el delegado de Obras Públicas y Transportes, Rafael Valdivielso, los primeros informes son favorables y cree que no habrá problema alguno para instalar la pasarela en el campo de fútbol dado que las dimensiones del puente se ajustan a la carretera. De este modo, la Junta de Andalucía cumpliría una de las mayores demandas de los seguidores del Real Jaén que, en más de una ocasión, ha exigido al Ayuntamiento la creación de un paso elevado para poder cruzar la vía sin miedo de sufrir un accidente.
A la espera del desmontaje de la pasarela del viejo Princesa, ayer cayó el segundo puente de la Carretera de Madrid, después de la demolición, la pasada semana, del ubicado en la calle Espeluy del polígono de Los Olivares. Dos máquinas de gran tonelaje derribaron, durante todo el día, la infraestructura que conectaba esta vía con la N-323 y que con la implantación del sistema tranviario dará paso a una gran glorieta.
Los problemas de tráfico fueron, ayer, de nuevo, inevitables. Las colas de vehículos en la Carretera de Madrid fueron interminables, sobre todo a la hora de entrada y salida de la jornada laboral en el hospital y en la zona industrial. El caos puso de los nervios a más de un conductor.