El paro sube y duele más en una tierra sin fe en la aceituna

El Ministerio de Trabajo da muchos números, pero es una cuestión de fe. El paro sube en Jaén, pero este aumento duele mucho más porque no tiene esperanza en esta campaña de la aceituna. Las cifras solo son dígitos ordenados ante el sentimiento arraigado entre los hombres y las mujeres de la capital y la provincia que buscan empleo y saben que buscar jornales en el campo resultará bastante complicado.

03 oct 2014 / 09:15 H.


Por eso, más que preocupación por la subida, existe desesperanza por lo que está por venir. Sin aceituna, el campo se queda huérfano de jornaleros, lo que hará que miles de familias, que cogieron aceituna el año pasado, ahora se queden de brazos cruzados en una provincia en la que hallar un empleo se asemeja a encontrar un grajo blanco.
las cifras. Jaén cuenta con 66.519 personas inscritas en el censo oficial de desempleados. Son 1.084 más que hace un mes, aunque se ha de tener presente que septiembre siempre se erige como un mes difícil porque vuelven los que se fueron a trabajar a la costa, se inscriben los desempleados que se olvidaron del drama durante el verano y se acaban muchos contratos temporales para cubrir las bajas vacacionales o los picos de mano de obra que se generan, sobre todo, en el sector servicios. Si se mira al año anterior, la situación es algo mejor. Existen 1.520 demandantes menos, aunque consolarse con el pasado resulta difícil cuando la esperanza está en el futuro. El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social indica que hay 1.238 cotizantes menos, por lo que existen 214.100 asalariados o personas que cobran un subsidio. Son 2.977 más que hace un año.
Las estadísticas revelan que el desempleo está más contenido. Cuando sube, ya no lo hace de una forma tan escandalosa como antes, aunque que Jaén tenga 66.519 personas que claman por un empleo es, en sí mismo, un escándalo. Y lo peor radica en que la campaña, que suele dar aire, parece que asfixiará porque las perspectivas apuntan a una cosecha escasa en la que será difícil encontrar patrón y tajo con jornales suficientes para echar unos meses productivos que den oxígeno a la economía familiar.
por sectores. Los jiennenses que se apuntan al censo oficial de desempleados para encontrar un trabajo en empresas de servicios han aumentado. Se debe a que muchos han tenido un empleo en este segmento y, después, un despido cuando ha bajado la actividad ante el fin del verano. En cambio, tampoco se ha de olvidar que se trata del sector que más mueve el mercado laboral. Contrata mucho y, también, despide con rapidez, por lo que su dinamismo hace que encontrar un empleo sea más fácil que en otros. Por eso, atrae a más desempleados. No obstante, una cosa es la estadística, que dice que esto ocurre así, y otra, la suerte particular de cada uno.
La agricultura dispone de 884 parados menos. Se debe a que hay fincas que han necesitado mano de obra para quitar la varetas de los olivos, fábricas que han contratado a personal para iniciar los preparativos de la campaña agrícola y agricultores que han buscado mano de obra para hacer los ruedos que evitarán que se pierda la poca cosecha que hay. El segmento de la construcción tiene muy poco movimiento. La obra en Jaén está muy parada, por lo que los albañiles se mudan de sectores para intentar recolocarse. No obstante, sumó 16 parados más. Asimismo, la industria se queda casi como está —suma un parado más—, mientras que 128 jiennenses que nunca han tenido una actividad remunerada se han incorporado al censo de desempleados. Son estudiantes que han terminado sus estudios y comienzan la complicada reválida de encontrar un puesto de trabajo. Ahora, a Jaén le toca pasar el invierno sin el “milagro” laboral de su aceituna. Sin duda, una misión difícil y dura.