El paro: alerta tardía

Desde jaén Ángel G. Menéndez (Economista, Secretario de Empleo de la CER del PSOE de Andalucía)
 Parece poco serio tratar de hacer creer a los ciudadanos que las cifras del paro registrado que se ofrecían el mes de mayo son el comienzo de la solución del problema. Sobre todo cuando, desde la Troika, se recomiendan más reformas restrictivas laborales o más ajustes salariales en nuestro país para evitar el mantenimiento de las altas tasas de desempleo.

    28 jun 2013 / 17:08 H.

    Tampoco creo que sean fiables los informes de organismos como el Banco de España, que no predijeron la crisis y hasta ahora no ha acertado en un solo pronóstico. Efectivamente, incluso al margen de la estacionalidad de estos datos, el problema sigue siendo que tenemos en Andalucía más de un millón de parados según este registro o un millón cuatrocientos mil según la última EPA (sistema seguido para contabilizar este tema en la CE). También lo es, que nuestra economía no crece y que al margen de algún milagro, la inversión y el crecimiento son indispensables para generar empleo neto, que la confianza que pueda generar esta propaganda gubernamental, por sí sola no bastará. Quizás si alguien sintiese algún respeto por la exclusión social, por el drama cotidiano de las familias que no tienen ningún miembro con ingresos estables, por la desigualdad que se acrecienta en nuestra comunidad como resultado de esta situación de desempleo, dejaría la fiesta para otro día y seguiría sintiéndose avergonzado e impotente para utilizar esta cifra de menos de cien mil nuevos inscritos en la Seguridad Social para, una vez más, de forma recurrente, hacernos creer que estamos en el camino bueno que nos ha traído a esta situación en los últimos cinco años. Evidentemente no hay viento favorable para este barco sin rumbo. Es lógico que se atenúe durante el próximo año el crecimiento exponencial del número de parados, ya que existen unos límites a esta destrucción, configurados en toda economía estructurada y experimentada en esta Europa desarrollada, pero eso no quiere decir que tengamos la solución al problema que nos acucia.Esa indolencia de nuestro gobierno nacional, que ignora la alerta temprana que le dan estas cifras, que incluso rectificando de política mantiene una actitud de salvador de la patria echándole la culpa a los demás de todo lo malo que ocasionan sus políticas e incluso su inacción en este caso, es desesperante. La alta tasa de desempleo juvenil, viene desde hace años alertando de la posibilidad de crear una generación perdida. ¿Es ahora cuando alguien se percató de esta circunstancia? Hace mucho tiempo que sostengo que es indispensable acometer el desempleo desde tres premisas básicas, especialmente aquí en Andalucía. Es imprescindible cambiar nuestro modelo productivo de forma decidida y poner en valor los sectores tradicionales desde una perspectiva de negocio y procesos diferentes. Incluso, resulta necesario e inevitable, dado el resultado de lo que se viene teniendo hasta ahora, modificar las políticas que se aplican a esta tarea (y esto sin que nadie se sienta atacado). Es indispensable converger con el resto de España y la Comunidad Europea para conseguir que nuestra tasa de paro no sea mayor sistemáticamente en cualquier posición del ciclo de crecimiento. Esto nos conmina a revisar con valentía la formación de nuestro llamado Capital Humano.
    La Formación Profesional Ocupacional y la Reglada, deben reformarse desde una actuación decidida que tenga como objetivo su sincronización con la actividad económica y por consiguiente la generación de empleo. Todo ello no puede lograrse desde la soberbia; es necesario un pacto andaluz comprometido, y para comprometerse hay que prescindir argumentos “tiquismiquis” o lo que es lo mismo del protagonismo de unos y la sinrazón de otros. En definitiva, tendríamos que contestar a esta pregunta: ¿Creemos que, por encima de todo, los andaluces se merecen una Estrategia Andaluza decidida por el Empleo?