El paraíso perdido de la piscifactoría de Los Cañones
Antonio Heras/Jaén
De luminoso y fresco espacio para el ocio y el deporte de miles de jiennenses a zona abandonada y con peligrosos tramos al borde de un barranco. La antigua piscifactoría y el espacio circundante de Los Cañones se han llenado, con el paso lento de los años, de basura y de espacios destrozados por desaprensivos.
De luminoso y fresco espacio para el ocio y el deporte de miles de jiennenses a zona abandonada y con peligrosos tramos al borde de un barranco. La antigua piscifactoría y el espacio circundante de Los Cañones se han llenado, con el paso lento de los años, de basura y de espacios destrozados por desaprensivos.
Muchas voces reiteran que se recupere cuanto antes y se devuelva su esplendor a la zona.
El escritor británico John Milton publicó, a mediados del siglo XVII, un poema narrativo titulado “El paraíso perdido”. Si bien se centra en la historia bíblica de la expulsión de Eva y Adán, quizá si Milton hubiera podido conocer la piscifactoría y el paraje de Los Cañones, hace treinta años y ahora, habría añadido un capítulo con evidente acento jiennense.
Muchos vecinos repiten la misma expresión al ser preguntados por el estado actual de las instalaciones: “Es una pena”. Por ejemplo, un matrimonio que tiene una casa en el camino de Río Frío, a pocos metros de la antigua entrada del centro de ocio. “Todo eso, cuando pusieron la piscifactoría, estaba precioso, pero luego se abandonó”, comenta la mujer. “Yo llevo toda la vida por aquí, porque mis padres también tenían una casa cerca, así que me he criado en Los Cañones”, explica la residente. “Venía mucha gente, sobre todo los fines de semana, y ahora sigue viniendo, porque aunque tapiaron la entrada se cuelan por donde pueden, pero la verdad es que es peligroso”, añade. “Si no estás ágil, mejor no pases por allí”, advierte el marido.
Además de la pena, otro de los puntos en común de muchos jiennenses que hablan sobre la piscifactoría abandonada es el desconocimiento. “La gente es que cree que esto es del Ayuntamiento, y está muy equivocada”, advierte otro vecino. “Es de un particular que, durante muchos años, alquiló el lugar al antiguo Icona, pero cuando terminó el contrato, pues se acabó todo”, aclara este propietario de una finca que tiene algunos problemas relacionados con el interés que despiertan Los Cañones. “Como a través de mi finca se puede acceder a la piscifactoría de una manera más fácil que por delante, pues muchos tratan de entrar, a pie y con las motos, pero no solo cuando ven la verja abierta”, dice. “Hace unas semanas llegaron a cortar la alambrada para pasar”, denuncia.
Sin embargo, ningún cartel avisa de que se entra en un terreno privado y, quizá por ello, la afluencia de senderistas y amantes de la naturaleza no cesa, en especial durante los fines de semana de la primavera y el verano. Adolescentes en pandilla, jóvenes en pequeños grupos, clubes de senderismo y montañismo y, también, familias enteras pasean por la antigua piscifactoría, de la que ya queda poco que recuerde su antiguo esplendor. Ni siquiera agua; mucho menos peces. “Esto estaba lleno, antes, de agua transparente, y es de lamentar cómo se ha quedado, y la basura que hay acumulada por todos lados”, comenta un hombre que visita el lugar con la compañía de su mujer, sus dos hijos e, incluso, su perro. No es la primera vez que lo hacen, ya que están muy preparados, como demuestra la linterna que sacan para atravesar el túnel de cerca de doscientos metros que, hace unos años, era la emocionante puerta de entrada a la piscifactoría.
Un colectivo muy sensible con el mal estado en que se encuentran las instalaciones y el paraje que las rodea es el de los senderistas y aficionados a la montaña. Así, la web sierradelronquio.blogspot.com ofrece un reportaje visual de la zona en el que se reclama su rehabilitación inmediata. “Raro es el jiennense que, hace años, no ha visitado alguna vez este precioso paraje, ya sea para recorrerlo, bañarse, pescar o para una comida en familia, al menos así lo he vivido yo, no hace muchos años. El día que lo visitamos en compañía de unos amigos recordamos con añoranza momentos felices aquí vividos”, comenta un usuario.
Otros que alzaron su voz recientemente para llamar la atención sobre la situación de Los Cañones y su antigua piscifactoría fueron los pequeños del Grupo Scout San Juan Bosco, que recogieron firmas y las entregaron al Ayuntamiento durante la anterior etapa municipal.
La movilización ha llegado también, como es habitual en los últimos tiempos, hasta las redes sociales, como es el caso de Facebook, donde se puede encontrar la página “Plataforma por nuestro paraje de Los Cañones”. Hasta la fecha solo tiene veinticinco seguidores, si bien con los objetivos muy claros: habilitar su acceso y acondicionamiento como zona familiar de excursión, deporte, baño, barbacoa, relax y acampada.
Queda por ver qué administración pública puede —o quiere— hacerse cargo de esta reivindicación de muchos jiennenses.
Discrepancias políticas
El paraje de Los Ca- ñones y la antigua piscifactoría forman parte de una polémica social y política que no es, ni mucho menos, nueva. Hace quince años, Juana García hacía un recorrido crítico y nostálgico por la zona bajo el título “Los Cañones, un refugio agonizante”. En él se recordaba, además, la calidad de las instalaciones, consideradas por muchos aficionados como uno de los mejores cotos de pesca de la provincia.
Mucho más cerca en el tiempo, en agosto de 2008, bajo el mandato municipal de Carmen Peñalver, varios operarios del Ayuntamiento y de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir procedieron a tapiar el acceso principal al paraje —la antigua entrada a la piscifactoría—. La intervención respondía a una demanda vecinal, como medida preventiva para evitar posibles accidentes en la zona. En otro de los puntos se instaló una valla metálica.
Como respuesta a la acción, el grupo municipal del Partido Popular exigió “la inmediata rehabilitación de Los Cañones”, aprovechando que volvían a ser noticia al ser cerrados varios de sus accesos por falta de seguridad, asunto que el PP no dudó en comentar. “El equipo de Gobierno nunca se adelanta a los acontecimientos”, lamentaba, entonces, la concejal de la oposición Marina Paterna, hoy edil de Promoción Económica, que en 2008 reprochaba a la exalcaldesa que no hubiera tomado “ninguna medida” tendente a resolver el problema del paraje.
Con el vaivén de los acontecimientos la pelota ha cambiado de tejado y, ahora, está sobre el del Partido Popular. Las cosas siguen igual. No se sabe por cuánto tiempo.