El Papa y los jóvenes
Plácido Cabrera Ibáñez desde Jaén. Una vez más los jóvenes han seguido al Papa Benedicto XVI en su 24 viaje internacional al Líbano. Más de 350 mil jóvenes procedentes del Líbano y de otros países, de diversas religiones (católicos, ortodoxos, musulmanes, etc.) han asistido a las distintas ceremonias y encuentros con el Papa, el más multitudinario ha sido la misa con la juventud, su presencia en ese país ha sido una muestra de fe, valentía y confianza.
Este Papa al igual que sus antecesores ofrecen un mensaje claro, exigente y asequible, invitando a los jóvenes a “no emigrar y forjar el futuro en el respeto de las religiones”, aconsejándoles que busquen “buenos maestros, maestros espirituales, que sepan indicarles la senda de la madurez, dejando lo ilusorio, lo llamativo y la mentira”, les ha anunciado el próximo comienzo del “Año de la Fe que será una ocasión para descubrir el tesoro de la fe recibida en el bautismo”, recomendándoles la necesidad de “profundizar en la Fe estudiando el Catecismo y la Biblia y una práctica más frecuente de la confesión, para que esa fe sea viva y vivida” sugiriéndoles que “respondan a la invitación de Aquel (Jesucristo) que os llama a ser amigos suyos. (¿Qué espera Dios de mí? ¿Qué proyecto tiene para mí?)”, animándoles a “leer y meditar para ponerla en práctica la Exhortación Apostólica Ecclesia in Medio Oriente (que unos días antes firmó en ese país), se trata de una guía para avanzar por los caminos multiformes y complejos en los que Cristo os precede” porque “el mal, el demonio, pasa por la libertad humana, por el uso de nuestra libertad y busca un aliado, el hombre. No se puede consentir que el mal triunfe por la pasividad de los hombres de bien. Sería peor que no hacer nada”.