El Papa aparta a un obispo por su elevado nivel de vida
El Vaticano ha tomado la decisión de apartar temporalmente al obispo de Limburgo (Alemania), Franz-Peter Tebartz-van Elst, de su diócesis, después de investigar el coste de la construcción de su sede episcopal, que ha ascendido a 31 millones de euros. El Vaticano nombró como vicario general de la diócesis de Limbrugo al deán de Wiesbaden (en el estado de Hesse), Wolfang Rösch, que administrará la diócesis durante la ausencia del obispo, al que la prensa alemana ya ha bautizado como “obispo del lujo”.
El Pontífice se reunió, el pasado 17 de octubre con el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Robert Zollitsch, y el pasado 21 de octubre tuvo un encuentro con el obispo de Limburgo y, según indica un comunicado vaticano emitido en alemán, el Papa “ha sido continuamente informado amplia y objetivamente sobre la situación”. En esta línea, la nota oficial precisa que en la diócesis “se ha creado una situación en la cual el obispo, monseñor Franz-Peter Tebartz-van Elst, en el momento actual no puede ejercitar su ministerio episcopal”. Además, recuerda que “después de la visita fraterna del cardenal Giovanni Lajolo el pasado mes de septiembre” se había constituido una “comisión para realizar un examen profundo de la cuestión de la construcción de la Sede episcopal”. En este sentido, indica que “a la espera de los resultados de este examen y de las investigaciones relacionadas sobre su responsabilidad”, la Santa Sede considera oportuno autorizar “un periodo de permanencia fuera de la diócesis”. Por ello, ayer entró en vigor el nombramiento del nuevo vicario general, Wolfang Rösch, que esta previsto para el próximo 1 de enero de 2014, por lo que Rösch “administrará la diócesis de Limburgo durante la ausencia del obispo diocesano”. El Papa Francisco advirtió ayer de que “la Iglesia no es un negocio”, en unas palabras improvisadas durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro, en la que, poniendo de ejemplo a la Virgen María, ha subrayado: “Así se hace la Iglesia: es como María, no es un negocio, no es una organización humanitaria, no es una ONG”. El Papa Francisco pide a la Iglesia católica austeridad en sus gastos.