El Papa advierte de corrientes culturales 'cada vez más hostiles' al cristianismo
El Papa Benedicto XVI ha advertido de las 'nuevas y potentes' corrientes culturales que han surgido en EE UU 'cada vez más hostiles' al cristianismo y que, su juicio, han 'erosionado' el consenso sobre la naturaleza de la realidad y del bien moral, durante su discurso a un grupo de prelados de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos a los que ha recibido al final de su visita 'ad limina'.
"En EE UU, ese consenso, tal y como está inscrito en sus documentos fundacionales, hundía sus raíces en una visión del mundo basada no sólo en la fe sino en el compromiso con determinados principios éticos derivados de la naturaleza y del Dios de la naturaleza. Hoy, ese consenso se ha erosionado significativamente debido a las nuevas y potentes corrientes culturales", ha subrayado. Ante esta situación, ha destacado que la Iglesia de EE UU está llamada a proclamar el Evangelio y tiene "un papel crítico" que desempeñar "en la lucha contra las corrientes culturales que, sobre la base de un individualismo extremo, tratan de promover el concepto de libertad separado de la verdad moral". Además, ha apuntado que la separación legítima de la Iglesia y el Estado "no puede interpretarse en el sentido de que la Iglesia debe guardar silencio sobre ciertos temas, ni de que el Estado opte por no tener en cuenta la voz de los creyentes comprometidos a la hora de determinar los valores que decidirán el futuro de la nación". Por ello, ha señalado que es preciso que toda la comunidad católica estadounidense sea consciente de las "graves amenazas" que, a su juicio, sufre el testimonio público de la Iglesia en cuestiones morales, debido a "un laicismo radical cada vez más difundido en los ámbitos político y cultural". Particularmente, ha remarcado que "suscitan preocupación ciertos intentos de limitar la más inapreciable de las libertades de América, la libertad de religión". "Muchos de vosotros habéis señalado las tentativas específicas para negar el derecho de objeción de conciencia por parte de individuos e instituciones católicas con respecto a la cooperación en prácticas intrínsecamente malas. Otros me han hablado de una preocupante tendencia a reducir la libertad religiosa a la simple libertad de culto", ha añadido. En este sentido, ha indicado que es necesario "un laicado católico, bien formado", dotado de "un fuerte sentido crítico ante la cultura dominante y de coraje para hacer frente a un secularismo reductivo que quiere deslegitimar la participación de la Iglesia en el debate público sobre las cuestiones que determinan el futuro de la sociedad estadounidense". Finalmente, el Pontífice ha agradecido a los prelados sus esfuerzos por mantener contactos con los católicos que se dedican a la política y ayudarles a comprender su responsabilidad personal a la hora de dar un testimonio público de su fe, "especialmente con respecto a los grandes problemas morales de este tiempo: el respeto de la vida como don de Dios, la protección de la dignidad humana y la promoción de los auténticos derechos humanos".