El país no está para algarabías
Pedro José Piqueras desde Girona. Además de la oportunidad de hacer un acto de ejemplaridad como el que tuvo Mariano Rajoy el pasado sábado y que tal vez no supo aprovecharlo, pienso que es necesario cortar de raíz la demagogia y la agitación que llega hasta el absurdo con peticiones como la de Izquierda Unida (IU)
de convocar elecciones anticipadas o la petición de dimisión por el PSOE. La oposición debe realizar su papel fiscalizador sin olvidar su responsabilidad institucional. Rubalcaba tiene la ocasión de mostrar cuál es su estatura política. La democracia tiene suficientes mecanismos de regulación y denuncia de la ilegalidad como para que los oportunistas se ensañen en utilizar vías paralelas. Estoy convencido de que el país no está para algarabías.