El origen de Reduán, el enamorado

Un consejo de amigo no es para echarlo en saco roto. Descúbrelo por ti mismo, te sentirás realizado, sabrás más de Jaén, muy importante para querer a tu tierra y la quieras cada día un poco más. Los grandes amores de Romeo y Julieta, los amantes de Teruel o de Macías el Enamorado, aquí en Arjonilla, o los amores incompletos de nuestro Antonio Machado, van en paralelo con Reduán, nacido en la calle El Bazo, justo enfrente de La Merced, de tan gratos recuerdos nazarenos, en la que tuvo su casa durante años. Hay una teoría descabellada del por qué de su nombre, al atribuírlo a que en la antigüedad había tiendas de casquería y el bazo tiene ese cierto color oscuro, semejante a esa víscera. Otra teoría más acertada puede ser ésta: Se debe a que aquí nació Reduán, un moro notable y valiente, de color moreno como el bazo, que no quiso abandonar esta tierra nunca, a pesar de haber perdido y entregado a Fernando III, el Santo, la ciudad de Jaén. El romance lo recuerda así: “Yo no llevo en esta mierte, Lindaraja, algún pesar, por Jaén no ganar, sino por solo perderte”. Más amor imposible, ni Bécquer lo podía mejorar en sus rimas románticas.

    18 may 2015 / 14:48 H.