El optimismo que nos dio el Mundial

Inicio hoy una colaboración, en este apartado de opinión, con la que pretendo acercar a los lectores de Diario JAEN aspectos sobre la economía de nuestra provincia. No resulta fácil, analizando los datos económicos, plasmar en un artículo de opinión la situación económica de nuestro entorno, sin que aflore un cierto pesimismo.

    12 jul 2011 / 10:34 H.

    Sin embargo, uno de los factores clave para dirigir nuestra economía hacia la salida de la crisis es el optimismo. Como diría José Antonio Marina, “dejemos el pesimismo para tiempos mejores”. El optimismo genera confianza, genera entusiasmo y permite visualizar una estrategia de lucha contra la crisis basada en la ilusión. Lo imposible resulta alcanzable cuando  nuestro trabajo lo aderezamos con un sentimiento positivo que se contagia a los miembros de la organización. El optimismo es el valor necesario que ayuda a enfrentarnos a las dificultades con buen ánimo y perseverancia. En general, parece que las personas más optimistas tienden a tener mejor humor, a ser más perseverantes y exitosas e incluso, a tener mejor estado de salud física. Así, personas con altos niveles de optimismo tienden a salir fortalecidas y a encontrar beneficio en situaciones traumáticas y estresantes. Como datos económicos que invitan a este optimismo, cerramos un segundo trimestre con un previsible repunte en el PIB del 0,2%, e iniciamos un tercero con el convencimiento de que viviremos el mejor tercer trimestre de los últimos tres años. La percepción de un punto de inflexión en la política económica puede generar la confianza que necesita el consumo y la inversión en las empresas. Ante un modelo de crecimiento excesivamente orientado a la demanda interna y al sector público, la estrategia de las empresas de la provincia de Jaén para ganar a la crisis está en la orientación a mercados exteriores. Nuestro gran reto ha de ser  la exportación, tanto de bienes como de servicios. Hagamos un ejercicio de reflexión optimista sobre las posibilidades de orientarnos a clientes internacionales y vencer en el mundo como hace un año lo hizo la selección española de fútbol. Y es que, es bueno recordar esa hazaña histórica que nos hizo sentir campeones. El Mundial de la roja no solo coloreó nuestras fachadas y balcones, sino que contribuyó a alejarnos del victimismo pasado y a una percepción heroica por todo el mundo. La selección española dirigida por Vicente del Bosque nos dio, sin querer, una clase de organización empresarial, mediante unos sólidos valores de humanidad, integridad, compañerismo,  optimismo, trabajo en equipo y humildad. Valores todos ellos esenciales para el éxito en el deporte y en la empresa. Aquel optimismo nos dio el Mundial, y aquel Mundial nos dio optimismo.

    Rafael Peralta es economista