El número de jiennenses fuera triplica a los que viven en la capital

La gran mayoría de los más de 340.000 jiennenses que viven fuera de la “tierra del ronquío” mantienen a la provincia como la más emigrante de Andalucía. La falta de trabajo motivó el éxodo de los 50 y los 60, y las ansias de nuevas oportunidades es lo que arrastra a los jóvenes de ahora. Pero ya no son tantos.

    01 feb 2010 / 11:04 H.

    La pirámide poblacional de los nacidos en Jaén y que viven en otras provincias españolas es un claro reflejo de la historia: de los 343.440 jiennenses emigrantes a otros territorios españoles (casi tres veces más que la población de la capital), 119.100 tienen por encima de 65 años y 214.009 están entre los 26 y los 64 —más entre los de mayor edad—, según datos del Instituto Andaluz de Estadística.  Son los que emigraron durante el franquismo, cuando Jáen era una de las más pobres de España, a comunidades mejor posicionadas, como Cataluña, Madrid o Valencia. Sólo estos tres destinos acogen al 80,38 por ciento de los que se marcharon.
    La evolución de las cifras indica una caída del 10 por ciento respecto a los emigrantes jiennenses que se contaron en 1998 (entonces eran 381.472).

    Descenso que se puede justificar con el retorno de muchos a su lugar de origen y con la bajada demográfica natural. Aún así, los números todavía hablan de Jaén como la más emigrante de Andalucía. Y con diferencia: le siguen Cádiz y Córdoba, con 277.668 y 267.644 emigrantes respectivamente, y se encuentra muy por delante de las provincias más pobladas de la comunidad, Sevilla y Málaga, con 216.393 y 144.555 personas fuera de su término, en este orden. La situación fronteriza del territorio jiennense, el retraso histórico y una economía eminentemente agrícola, todavía muy extendida y cada vez en mayor peligro, pueden justificar que hoy por hoy, todavía sean más de 7.000 los jóvenes de entre 16 y 25 años que viven lejos de su tierra. En esta estadística sólo la superan Sevilla y Cádiz. Únicamente en la anterior gran crisis económica, la del año 2000, aumentó el número de jóvenes que abandonaron su hogar. Nuria Fernández /Jaén