El nuevo jefe de la Guardia Civil promete cercanía con el ciudadano

El sentimiento venció al nuevo jefe del Instituto Armado en la provincia. Durante el discurso de investidura, había aguantado el tipo, a pesar de que la voz se le entrecortó cuando recordó a algunos de sus familiares: “Me están viendo desde el cielo”, recordó. Sin embargo, no pudo reprimir las lágrimas de emoción cuando se encontró con su orgulloso progenitor y se fundió con él en un abrazo que reflejaba la satisfacción del deber cumplido.

Antes, el teniente coronel Almiñana Boluda alabó la valía profesional de los 1.300 guardias civiles que tendrá a su cargo: “Me ayudarán, sin duda, a llevar a cabo el que hasta ahora es el reto más importante de mi vida profesional”, dijo para referirse a la toma de posesión del mando de la Guardia Civil en Jaén. Destacó, especialmente, la “organización, el espíritu de equipo y el sacrificio” de ese grupo humano, cualidades que atribuyó, en buena medida, a la labor de su antecesor, el coronel José Ortega.

Almiñana se comprometió a “afianzar la seguridad ciudadana”, porque se refleja “en la calidad de vida y en el progreso de la sociedad”. En este sentido, el jefe de la Benemérita prometió cercanía a la gente para conocer cuáles son sus demandas, sus preocupaciones y sus inquietudes: “Sólo así les podremos auxiliar”, matizó. Del mismo modo, prometió que habrá especial mimo con los más desfavorecidos, con los menores y con las víctimas de la violencia familiar. “Aquí no hay fórmulas mágicas. Los resultados llegan con el compromiso, el esfuerzo y la dedicación”, concluyó.

El acto, al que acudieron numerosas autoridades civiles y militares, estuvo presidido por el delegado del Gobierno en la comunidad, Juan José López Garzón, y el general jefe de la zona de Andalucía, Antonio Dichas. Ambos destacaron la capacidad de Javier Almiñana para el cargo y le pidieron coordinación con otras fuerzas de seguridad y eficacia en la gestión de los recursos.