El nombre de las calles

El cambio de los nombres de casi medio centenar de calles vuelve a saltar a la actualidad tras la aprobación llevada a cabo por el Ayuntamiento en el último pleno. No es algo nuevo, porque los cambios en el callejero siempre han ido de la mano de quien detentaba el poder.

    05 oct 2009 / 17:42 H.

    Así, la propia Plaza de la Constitución ha tenido numerosas denominaciones en función del poder vigente. Pero lo curioso es que, para la gente de Jaén, por encima de los nombres que se pongan, será siempre la Plaza de las Palmeras. Con el resto de calles ocurrirá tres cuartas de las mismas y, aunque se cambie el del Parque de la Victoria, para los que nos hemos criado jugando en sus columpios seguirá llamándose así y no bastará la aprobación de los representantes municipales. Y que conste que entiendo que nuestro callejero no debe ensalzar ni a la dictadura ni a sus representantes, pero para quienes nacimos cuando la democracia daba sus primeros pasos, Coca de la Piñera es sólo eso, un nombre al que más que ponerle cara de persona,  evoca el de una plaza. Igual que a mí, a muchos jiennenses. Por eso, tendrán que pasar algunas generaciones para que cale la nueva nomenclatura, si es que se consigue.