El nómada del kárate de Jaén
Toda una vida dedicada a un deporte en el que primero fue alumno aventajado y ahora es profesor. Treinta y cinco años avalan la trayectoria de Antonio Carmona Prados (Jaén,1969) en el kárate. No pierde la ilusión y ahora disfruta tras convertirse en séptimo dan. Es un nómada y ha recorrido numerosos países en el que ha impartido su maestría y se ha preocupado por formar a las nuevas generaciones o por iniciar a adultos. Carmona residió en Alemania, Austria, Suiza y Eslovaquia, países europeos en los que colaboró en proyectos ambiciosos y en los que también se formó con especialistas de prestigio. El jiennense también dejó su impronta en Guatemala y México, además protagonizar una incursión en Estados Unidos, concretamente en Chicago, en el estado de Illinois.
“He recorrido medio mundo con el firme propósito de promocionar el kárate y con la bandera de Jaén por delante. Estoy orgulloso de la trayectoria y de haber trabajado con karatecas de distintas nacionalidades. Con todos ellos he aprendido y esa sapiencia que he recibido me ha permitido aplicarla con los alumnos de otras generaciones. También me siento feliz de haber colaborado para difundir nuestro deporte en países en que apenas tenía trascendencia”, se congratula el jiennense, que ahora reside en Barcelona. En la Ciudad Condal trabaja en el Gimnasio Sí, aunque el radio de acción también incluye Tarragona. “Estoy encantado en Barcelona por el trato diario que recibo. En el Gimnasio Sí hemos formado una gran familia y el kárate adquiere un gran protagonismo en las clases que ofrezco a deportistas de todas las edades. En Tarragona la experiencia, igualmente, es positiva y el contacto diario con los alumnos es excelente”, relata desde tierras catalanas, al tiempo que también destaca. En plena madurez, a sus 45 años, Carmona recuerda sus comienzos en la capital y sus primeras apariciones en los torneos regionales y nacionales. En las modalidades de katas (formas y presentación) y en kumite (combate) sus resultados fueron excelentes.
“No olvido aquellos tiempos en los que alterné perfectamente los entrenamientos y la competición. Afortunadamente, los resultados me acompañaron y me permitieron participar en torneos de prestigio nacional e internacional”, afirma. Ahora disfruta de su séptimo dan, una norma que califica de importante. “Como jiennense me siento orgulloso de haber conseguido este logro. El objetivo es mejorar y y aprender en el futuro de la gente joven y veterana”, dice. Tiene a su familia en la capital jiennense y echa de menos sus raíces, pero el kárate le permite practicar una modalidad que adora con pasión y a la que también se dedica de forma profesional. Es positivo y su deseo para el futuro es seguir progresando en tierras catalanas. “Es importante seguir formándose y Barcelona es un lugar idóneo para ello por su potencial”, asegura Antonio Carmona.