El niño que amaba la cultura y la paz

Fernando Sánchez Resa desde Úbeda. Esto era una vez: Un niño muy inteligente y súper imaginativo. Desde muy pequeño se mostró cual niño sensible que amaba todo lo que le rodeaba: personas, libros, juguetes, naturaleza, compañía. En cuanto aprendió a leer le faltaba tiempo para beberse los libros (especialmente los de ¿Dónde está Wally?);

    18 jul 2013 / 14:21 H.

    y eso que su vista, desde siempre, precisaba mucho cuidado. Sabía leer mejor que una persona mayor, dándole la correcta entonación a todo e incluso musicalizando —improvisadamente— cualquier texto literario o poema. También tenía una alta sensibilidad artística, especialmente para la música, por lo que inició sus estudios de violín llegando a ser, ya bastante joven, un excelente intérprete. Era un chico que no le gustaban los juegos violentos pues prefería la palabra y la caricia al improperio y al golpe, para solucionar todos los problemas de la vida. Como tenía tan buena cabeza y memoria, con el tiempo se le fue amueblando tan estupendamente, que de mayor llegó a ser un destacado artista que lo mismo escribía, componía música; aunque nunca se olvidaba de poner paz y armonía allí donde se encontrara.