El mundo es nuestro.-El atrevimiento también cuenta

Por Nuria López Priego 
El instinto de conservación y la necesidad de preservar un statu quo que está supeditado a los intereses de una elite son tan poderosos y letales que cualquier atisbo de heterodoxia se persigue como mácula diabólica en la frente de aquel que se rebela contra el pensamiento único que se pretende imponer. El descubrimiento de que la tierra giraba y de que no estaba en el centro del Universo, como se creía en el siglo XVII, confinó a Galileo en su casa de por vida por orden de la Santa Inquisición.

    27 jun 2012 / 16:21 H.

    El suyo es, sin duda, uno de los casos más notorios y recalcitrantes de la historia de las conspiraciones para derribar al que piensa de otra forma, pero no el único. Y si se puede concluir algo es que, precisamente, esa “hejería” es la que hace avanzar al mundo.
    Lo demostraron las investigaciones del astrofísimo italiano, pero también La leyenda del tiempo, de Camarón, y The wall, de Pink Floyd; el trazado inmortal de Pablo Picasso; los versos de Arthur Rimbaud y, en cine, el movimiento Dogma que encabezó Lars von Trier. Pese a las diferencias que los separan, todos son ejemplos de la heterodoxia y del atrevimiento necesarios para que la cultura evolucione. Y, aunque sería indignante e improbable que El mundo es nuestro (Alfonso Sánchez) se hiciera con la triple A por la que se rigen las economías más solventes del mundo, el riesgo con el que está producida y la frescura que rezuma son suficientes para que obtenga un aprobado.
    La película con la que el Cabesa y el Culebra saltan del corto on line a la gran pantalla es una radiografía agridulce de la situación que vive el país: con constructores y trabajadores en el paro y banqueros, políticos y empresarios corruptos y mafiosos. Una parodia amarga que compensa los momentos más lamentables y bochornosos de un guión de andar por casa con un happy end y con secuencias desternillantes, a pesar del humor gritón, zafio, barriobajero y ramplón al que la Omaíta y la Antonia (Los Morancos) nos han acostumbrado.
    El mundo es nuestro
    Director: Alfonso Sánchez 
    Protagonistas: Alfonso Sánchez, Alberto López, Olga Martínez