El mundo del aceite clama contra el subdelegado...

Clamor en el sector del aceite de oliva de Jaén. El malestar roza la ira después de que se desarticulara una operación por un supuesto  fraude con el 'oro líquido' y se nombrara a la provincia entera y no a las empresas y marcas investigadas, con detenciones en diversos pueblos. El subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, lejos de aportar los nombres de los presuntos estafadores arremete contra Diario JAEN por publicar en primicia la información. 
El daño es tremendo y el responsable de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se lava las manos.

    05 mar 2012 / 09:46 H.

    Les refrescamos la memoria: La Guardia Civil, en colaboración con la Agencia Tributaria, desmanteló, hace una semana, una organización dedicada a comercializar mezclas fraudulentas de aceite de muy baja calidad como si fuese de oliva. Este periódico publicó la noticia y, además de los datos de la nota oficial del Ministerio del Interior, que reflejaban 19 detenciones y cuatro registros en empresas de la provincia, daba los nombres de los pueblos en los que se habían producido las mezclas de aceite de oliva con aceite de aguacate y de palmera traído de Ecuador. El mundo del aceite de Jaén, el digno, quiere que Lillo dé a conocer los nombres de las empresas que engañan y este se niega.
         “El aceite de oliva de Jaén es malo”. “No te fíes del aceite de oliva de Jaén”. “Ten cuidado con los aceites del sur de España”. “Mira lo que dice la propia Justicia española del aceite de Andalucía”. O incluso algo que mortificará aún más a la economía jiennense: “Compra el aceite de oliva del norte de España porque mira lo que hacen en el sur”. Estas frases corren como “la pólvora” por algunas empresas del país y entre los importadores de Estados Unidos, Brasil, China y algunos países europeos.
    Cooperativas y almazaras han vivido una semana angustiosa en la que se han dedicado, casi en exclusiva, a decir que no tienen nada que ver con la Operación Lucerna, que ha sido el detonante de todo. De hecho, en el mercado del aceite de oliva existe una injusta e injustificada desconfianza hacia el aceite de oliva de Jaén e, incluso, la creencia de que sus empresas no venden puro zumo de aceituna, sino mezclas de todo tipo.
    Por ello, en persona y en directo, cooperativas, almazaras, denominaciones de origen e, incluso, el propio alcalde de Pegalajar, Juan Cordero, pidieron al  subdelegado del Gobierno de España, el exalcalde de Linares, Juan Lillo, que señale marcas y empresas culpables para salvar al resto e intentar paliar el daño que se le ha hecho al sello de calidad del aceite de Jaén. Sin embargo, Lillo no quiso dar los nombres de las empresas y losoperadores investigados.
    El perjuicio económico para la provincia puede ser irreparable, sobre todo si se tiene en cuenta que el precio del aceite sigue por los suelos y que Jaén tiene por delante vender la cosecha más importante de su historia, paradójicamente, en el momento en el que su imagen está más sucia que nunca. Además, de manera totalmente injustificada. Por ello, cooperativas, almazaras, denominaciones de origen e, incluso, alcaldes claman contra el subdelegado y hasta contra la propia política y piden que se digan las empresas y marcas que están dentro de la Operación Lucerna, que desarticuló una red que mezclaba aceites de baja calidad para venderlos como si fueran de aceituna.
    la operación policial. El Ministerio del Interior remitió un comunicado de prensa —el pasado 14 de febrero, que se reproduce íntegro en la página 5— en el que narraba un mérito más de la Guardia Civil, ya que había desarticulado una red que, presuntamente, mezclaba caldo de la aceituna con otros de palma y aguacate y lo vendían bajo la etiqueta de oliva. De hecho, detallaba que había detenido a 19 integrantes. No obstante, el Ministerio del Interior “encendió la mecha” a la hora de señalar que en  la operación se habían realizado cuatro registros en empresas de Jaén y que la red operaba aquí y en Córdoba.
    De esta manera, se señalaba a dos provincias y a un “entramado de empresas” —nota textual del comunicado oficial— sin decir los nombres de las sociedades ni las marcas. La alarma saltó poco después cuando una empresa inscrita en el Registro Mercantil de Jaén recibió un aluvión de llamadas de su importadores de Estados Unidos. Le decían que un exportador —con sede social en el norte de España— aprovechó el comunicado del Ministerio del Interior para mandar el mensaje a los principales compradores de aceite de oliva de EE UU para decirles que desconfiaran del “oro líquido” que se producía en el sur y que la mejor prueba estaba en la Operación Lucerna. Jaén produce el 19% del aceite de oliva que se consume en el mundo y, curiosamente, el comunicado del Ministerio del Interior y el mal uso intencionado e interesado de empresas exportadoras —españolas y extranjeras— hace, ahora, que muchas sociedades en EE UU, Brasil, Australia, China y parte de Europa no se fíen de su producto, simplemente, porque se ha señalado a una provincia en vez de a los presuntos delincuentes y sus empresas. Enrique Alonso /Jaén

    Carta del sector al Subdelegado
    Ilustrísimo señor subdelegado del Gobierno de España, Juan Bautista Lillo
    Asunto: Operación Lucerna.
    Estimado señor:
    En relación con las informaciones aparecidas en distintos medios de comunicación sobre la denominada Operación Lucerna, relacionada con la venta fraudulenta bajo el nombre y la etiqueta de aceites de oliva, de mezcla de otros aceites vegetales con el propio oliva, se han podido detectar en las informaciones referencias a términos municipales incluidos en la Denominación de Origen Protegida Sierra Mágina, tales como Pegalajar, Mancha Real, Chárcheles y La Guardia de Jaén.
    Las referencias a estos términos municipales, donde existen almazaras y envasadoras que trabajan con el certificado de calidad de la Denominación de Origen Protegida Sierra Mágina que solo comercializan aceite de oliva virgen extra, sin mencionar quiénes y cuáles son específicamente las envasadoras y marcas relacionadas con el presunto fraude supone un perjuicio importante para nuestras entidades, pues los consumidores asocian el término fraude con esos municipios y cuestionan la calidad del aceite que producen dichas almazaras, lo cual ha podido constatarse en muchas llamadas en almazaras y envasadoras de los términos municipales.
    Por lo tanto y para evitar este injusto perjuicio sobre los “mejores”, los productores de calidad de la Denominación de Origen Protegida le rogamos que informe a cada uno de los medios de comunicación que han recogido la noticia y exponga con toda claridad que ninguna de las almazaras y envasadoras acogidas a la Denominación de Origen Protegida de Sierra Mágina está relacionada con dicho fraude o, en su caso, se hagan públicas las empresas y marcas implicadas en el presunto fraude, lo que eliminaría cualquier duda sobre nuestros aceites.
    De no aclarar esta situación, este consejo regulador se verá obligado y legitimado para tomar las medidas necesarias para que se compense el daño producido limpiando la imagen del aceite producido en Pegalajar, Cárcheles, Mancha Real y La Guardia de Jaén, todos ellos en el ámbito de la Denominación de Origen Protegida de Sierra Mágina.

    En espera de sus noticias, le saluda Rafael de la Cruz Moreno,
    presidente de la Denominación de Origen Protegida de Sierra Mágina

    Juan Cordero Garrido .- Alcalde de Pegalajar
    “Quiero nombres en beneficio de mi pueblo”
    Pegalajar es uno de los municipios que se han señalado dentro de la Operación Lucerna. Su alcalde, Juan Cordero Garrido (del Partido Popular), lo tiene muy claro: “En beneficio de mi pueblo, quiero nombres. Mis olivareros no hacen el aceite del que hablan en la Operación Lucerna. Por ello, pido que la empresa que haya sido acarree con todas las consecuencias”. Asimismo, Juan Cordero Garrido se muestra rotundo a la hora de señalar: “No voy a consentir que las familias de mi pueblo, que se dejan la vida en el campo para producir el mejor aceite de oliva y que son ejemplo en marcas y premios de ámbito nacional e internacional, sufran un desprestigio. Manchar su nombre es algo muy serio”, concluye. Asimismo, el alcalde de Pegalajar deja claro que no apoya a nadie ni acusa tampoco a empresa alguna. En cambio, sí que tiene claro que Pegalajar ha salido en los medios de comunicación en una operación en la que, supuestamente, se mezclaban grasas vegetales y se vendían como aceite de oliva, lo que ensucia su prestigio. Por ello, reclama que se aclare todo con la más absoluta celeridad y determinación.

    ...Y Lillo culpa a la Prensa
    El subdelegado del Gobierno de España en Jaén ya ha recibido diversas cartas —una de ellas aparece en la página 3— de alcaldes y destacados dirigentes del sector que exigen que se den los nombres de las empresas y marcas acusadas de mezclar aceite de oliva con aceite de aguacate y de palma. No lo ha hecho ni lo va a hacer, se lo ha dicho directamente.
    Es más, su respuesta fue rotunda: Si se sentían perjudicados, el camino era claro para Juan Lillo, debían denunciar al medio que dio el nombre de los pueblos donde se habían producido detenciones por traficar con aceite de palma y aguacate de Ecuador. Según ha podido saber este periódico, en la     reunión les dijo, además, que no iba a contestar ninguna carta, que su única respuesta era el comunicado del Ministerio del Interior. Y en ese hilo argumental de no asumir ningún tipo de responsabilidad pese a que en la nota se hablaba de fraude y aparecía el nombre de una provincia entera, apuntó como único culpable a Diario JAEN, y sugirió que se emprendieran acciones legales contra este medio si consideraban que se había dañado la imagen del sector.
       Diario JAEN desveló en primicia, el pasado 15 de febrero, que la Guardia Civil, desplazada directamente desde Madrid, al igual que los inspectores antifraude de la Agencia Tributaria, había procedido a la detención de siete personas en Jaén capital, cinco en Mengíbar, tres en La Guardia, una en Martos, una en Mancha Real, una en Carchelejo y una en Córdoba capital. Todos los arrestados quedaron, luego, en libertad con cargos por orden del Juzgado de Instrucción número cuatro de Jaén. Se les acusa de delitos contra la Hacienda Pública, contra el mercado y los consumidores, asociación ilícita, insolvencia punible y blanqueo de capitales. También se investigó una envasadora ubicada en Pegalajar. La información de Diario JAEN fue ingentemente reproducida, días después, por medios regionales y nacionales.

    Comunicado del Ministerio del Interior
    “La Guardia Civil, en colaboración con la Agencia Tributa-  ria, en el marco de la Operación Lucerna llevada a cabo en las provincias de Jaén y Córdoba, ha desmantelado una organización dedicada a comercializar mezclas fraudulentas de aceite de muy baja calidad como si se tratase de aceite de oliva. En la operación han sido detenidos 19 integrantes de la red —15 españoles, 2 ecuatorianos, 1 colombiana y 1 italiano— y se han realizado cuatro registros en empresas de la provincia de Jaén, en los que se ha intervenido abundante documentación.
    Durante la investigación, los agentes han detectado un complejo entramado internacional de empresas y testaferros, con más de 30 sociedades desplegadas en España, Italia y Portugal, que habían sido utilizadas para defraudar el IVA, en una estafa a las arcas del Estado que puede superar los tres millones de euros.
    El producto que la organización comercializaba fraudulentamente como aceite de oliva era obtenido mezclando aceites de baja calidad —palma, aguacate o girasol, entre otros—. Para ello, la organización poseía una planta de producción de biodiésel para uso industrial, que a su vez era aprovechada para producir aceite con destino al consumo humano, a pesar de carecer de autorización sanitaria.
    Las mezclas obtenidas no alcanzaban niveles de toxicidad o perjuicio para la salud y eran realizadas por los técnicos especializados que trabajaban para la red en las distintas plantas de producción del grupo.
    La adulteración de estos aceites se realizaba de tal forma que, una vez realizadas las mezclas, quedaban ocultos los marcadores que pudieran poner de manifiesto la presencia de cada uno de los aceites utilizados.
    Utilizando estas explotaciones y amparados con documentación falsa, los aceites eran desviados hacia el mercado destinado al consumo, empleando para las sociedades instrumentales controladas por la red, cuyo objeto social era la elaboración de productos alimenticios.
    Para la comercialización del aceite adulterado, los detenidos empleaban dos métodos: la venta a granel a terceras empresas ajenas a la trama delictiva y el embotellado y etiquetado de la mezcla fraudulenta como un aceite distinto al que realmente era. Esta práctica ilícita provoca una grave competencia desleal en el sector, ya que, al no hacer efectivo el pago del IVA y emplear aceites de menor calidad o de distinta naturaleza, permitía a la organización colocar el producto a un precio muy inferior al de mercado. La investigación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Delincuencia Económica de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, que ha contado con el apoyo de unidades de investigación del mismo Cuerpo de la Comandancia de Jaén, la Agencia Tributaria y los Ministerios de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y el de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que, a través de sus laboratorios, han realizado los análisis a las numerosas muestras recogidas durante toda la investigación.    
    14 de febrero de 2012

    Un daño similar al que causó el aceite de colza
    El caso del aceite de colza hizo un tremendo daño a la imagen del sector. Ahora, algunos ya comparan el impacto de la operación —y de que no se digan los nombres— con este asunto, pese a que, por fortuna, con las mezclas que, al parecer, se han detectado por parte de la Guardia Civil no se muere la gente. La calidad agroalimentaria y la “trazabilidad” son exigencias necesarias para mantener la buena imagen de un producto vinculado a la salud que se ha vuelto a poner en la “picota”. Lo peor es que se daña la imagen del aceite, en términos generales, pero no el de todas las provincias. De hecho, la información que hasta ahora se ha facilitado pone en “entredicho” el aceite de oliva que se produce en la provincia de Jaén. Al menos este es el mensaje que circula entre los importadores, que afecta ya de lleno al mercado.

    Luis Gallardo .- Presidente de la Federación española de fabricantes de aceite de oliva
    “Algunos no deberían estar en el sector”
    El presidente de la Federación Española de Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva), Luis Gallardo, lo tiene muy claro: “Hay algunos que no deberían estar en este sector. Nos pasamos la vida trabajando en el campo, animando a nuestros agricultores para que obtengan calidad, peleando el precio y pidiéndole a la gente que compre aceite de oliva porque es muy bueno. En cambio, algunos llegan y lo arruinan todo en un instante”. Luis Gallardo está convencido de que se tienen que dar las marcas que han sido investigadas si la Guardia Civil tiene evidencias de que pertenecen a la operación contra el fraude. Recuerda que señalar a unos es la única manera de limpiar al resto, que pelea por mantener el buen nombre del aceite de oliva que se produce en Jaén. “En Francia, esto ha tenido una tremenda repercusión. Hay gente que me ha contado que rechazan nuestro aceite de oliva. Me parece bien que no se den nombres si hay dudas, pero todos coincidimos en que la Ley protege demasiado a los delincuentes”, dice en términos generales, sin apuntar a ninguna persona o empresa vinculada con la operación. Por ello, Luis Gallardo manifiesta que hay que hacer algo para limpiar la imagen del sector del aceite de oliva porque la operación ha llegado a los distribuidores de los Estados Unidos, que ponen en duda la calidad del “oro líquido” que se produce en la provincia de Jaén. “Hemos pedido al ministro Miguel Arias Cañete que ataje el fraude. Nos da la sensación de que lo tiene claro, pero queremos hechos concretos porque tendrá una repercusión directa sobre los precios y el futuro del aceite de Jaén”.