El mejor balance para la mejor feria del aceite del mundo

Acaba de cerrar sus puertas la mejor Expoliva que se recuerda. Todos los tópicos valen, porque se han superado las mejores previsiones posibles. Han sido cuatro días intensos, fructíferos y cargados de unas perspectivas de futuro inmejorables. Es el momento de ver el vaso medio lleno, ciertamente, porque hay motivos objetivos y palpables más que sobrados para ello. Gracias a una feria magnífica donde las haya, la nube negra del bajo precio del aceite ha quedado relegada a un segundo lugar en el escenario, para primar, por encima de todo, el fantástico mañana que le espera al sector si sabe apostar por el camino de la calidad, de la innovación y, sobre todo, de la unidad, tal y como ha empezado a hacer en estos últimos tiempos. Si se puede sostener el éxito en cifras, estas hablan por sí solas: casi cincuenta mil profesionales sólo los tres primeros días, lo que representa un incremento del veinte por ciento con relación a la anterior feria de 2007, además de 340 expositores, la mayor cantidad alcanzada hasta la fecha. Veintisiete países de los cinco continentes han estado representados en un gigantesco escaparate mundial con el zumo de aceituna como común denominador de todos y cada uno de ellos. Jaén se ha colocado en el mapa como capital internacional sin discusión, con una profesionalidad digna de elogio. Los jiennenses pueden sacar pecho y estar orgullosos de ser capaces de proyectar al exterior una imagen inmejorable de su producto estrella. Ahí quedan también las valiosas conclusiones que los expertos y científicos han plasmado en las casi doscientas cincuenta ponencias presentadas en los tres primeros días de feria. Una parte fundamental de esta edición, volcada especialmente en el intercambio de experiencias y tecnología aplicadas al sector oleícola, el nuevo Espacioinnova. Expoliva es, sin lugar a dudas, la madre de todas las ferias.

    17 may 2009 / 10:04 H.