El Martos cierra el círculo
El Martos se clasificó para la fase de promoción de ascenso a Segunda División B veintiún años después gracias a su victoria a domicilio ante el Vélez malagueño, al que superó por cero a dos con tantos de Obregón y Vitu.

El equipo de Diego Delgado, que para no depender de nadie tenía que ganar, se encontró con el guion soñado. Marcó un gol a los pocos minutos de empezar el choque y otro al final del primer tiempo. A pesar de un primer susto que se llevó el meta visitante Díaz, a disparo de Morlán en el minuto 6, en la siguiente jugada se fraguó el 0-1. Primero fue una jugada por banda derecha de Uceda, que obligó a emplearse a fondo al meta Calonge, quien despejó a córner. Fruto de ese saque de esquina llegó el cabezazo sin oposición del medio centro defensivo Obregón, que cruzó el esférico a la derecha del meta veleño. A partir del tanto, el Martos comenzó a controlar el partido. El Vélez quiso tener más la pelota, manejarla por medio de Vergara y de Dani González ante la ausencia de Julio Cobos. Pero ese manejo moría siempre en las inmediaciones de una defensa marteña bien plantada. El Vélez no ofrecería mucho peligro, salvo en un balón mordido que remató Álex Pulga y en otra ocasión en la que Damián aprovechó que nadie le salió al paso para intentarlo con un punterazo, que salió con peligro a la derecha de Díaz. En esas estaba el Vélez cuando una pérdida de balón en una salida fue aprovechado por Uceda para enviar en profundidad a Vitu. El pichichi de Tercera batió de disparo cruzado a Calonge ante el júbilo de los aficionados marteños que acompañaron al equipo.
La segunda parte no es que sobrara, pero se intuía que si el Vélez se marchaba arriba con todo podía encontrarse con la contra de un equipo que supo manejar los tiempos del encuentro a su antojo. Es más,el Martos gozó de dos ocasiones claras más para haber puesto algún que otro tanto a su favor. Uceda envió ajustado en el minuto 47 y luego rozó el tercero en el último cuarto de hora. Tras el pitido final, alegría incontenible de los aficionados visitantes, que lo celebraron con los futbolistas en el centro del campo.