El marido de la parricida la denuncia por telefonearlo desde la cárcel

Rafael Abolafia/Jaén
La Justicia ha abierto un nuevo procedimiento penal a Ruth B. V., la autora confesa de la muerte de sus dos hijos el pasado 29 de septiembre. Su marido la ha denunciado llamarlo desde el Módulo Psiquiátrico de la cárcel de Alicante, donde se encuentra ingresada, a pesar de que tiene una orden judicial de no comunicarse con él.

    22 nov 2011 / 11:19 H.

    Fuentes judiciales cercanas al caso explican que la parricida de La Alcantarilla hizo una llamada hace unos días al móvil de su esposo, Ángel Puertollano. El hombre no cogió el teléfono porque, en ese momento, no lo llevaba encima. Sobre Ruth B. V. ya pesaba una orden judicial por la que no podía comunicarse por cualquier medio con su esposo. Así que los hechos han sido puestos en conocimiento del Juzgado de Instrucción número 1 de Jaén, que ha abierto diligencias por un presunto delito de quebrantamiento de medida cautelar. Las fuentes consultadas explican que es, más que probable, que este procedimiento se una a la causa ya abierta por la muerte de los pequeños Álvaro y Alejandro, de 11 y 3 años, respectivamente.
    A partir de ahora, se tratará de averiguar en qué circunstancias realizó Ruth B. V. esa llamada de teléfono y si esta acción es constitutiva de un delito.
    Hay que recordar que el Juzgado de Instrucción número 1 de Jaén dictó un auto en el que prohibía a esta vecina de La Alcantarilla comunicarse por cualquier medio (llamada de teléfono, carta e-mail) con su esposo, Ángel Puertollano. La decisión judicial llegó a petición del propio marido, que ejerce la acusación particular en este procedimiento. Realizó esta solicitud al juez a principios de noviembre, después de que Ruth B. V. efectuara una llamada desde el Módulo Psiquiátrico de la cárcel de Alicante, donde está ingresada desde el pasado 25 de octubre, al teléfono personal de su marido. “Se derrumbó totalmente, porque no estaba preparado para eso”, explicaron a JAEN fuentes de su entorno. Esta situación originó que pidiera al Juzgado que prohibiera a la parricida comunicarse con él por cualquier método. Su señoría, el magistrado Fernando Moral, accedió a la petición y dictó un auto al respecto para que en la prisión alicantina lo tengan en cuenta. Sin embargo, presuntamente, Ruth B. V. se “saltó” esa orden y volvió a telefonear a Ángel Puertollano, por lo que se ha abierto un nuevo procedimiento judicial.
    Mientras tanto, la investigación judicial del doble infanticidio está prácticamente concluida. Tan solo quedan por remitirse al Juzgado los informes del Instituto de Toxicología que deben confirmar si hay restos de sedante en los cuerpos de los niños.