El manijero no robó a su patrón

Inocente con todos los pronunciamientos favorables. José S. B., el manijero de La Puerta que fue juzgado por apropiarse de unos 97.000 kilos de aceituna del que fue su patrón durante cuatro años, ha sido absuelto por la Audiencia Provincial: "No existe ni una sola prueba de que el acusado sustrajera al propietario de las fincas parte del fruto recolectado en esas campañas", explica la sentencia de la Sección Tercera, que fue notificada ayer a las partes.

16 jul 2014 / 22:00 H.

José S. B., un agricultor de La Puerta de Segura de 48 años y sin ningún tipo de antecedente previo, se sentó en el banquillo de los acusados el pasado martes. Fue denunciado en el año 2011 por la sobrina del que fue su jefe. La mujer, que heredó las fincas al morir su tío en mayo de 2010, sospechaba que el manijero le había estado quitando aceituna poco a poco durante cuatro campañas consecutivas, aprovechándose de la avanzada edad del dueño de los olivos. ¿Por qué? Entre los años 2006 a 2010, las fincas en cuestión produjeron 58.154, 55.952, 67.657 y 54.177 kilos, respectivamente. El primer año que la denunciante se hizo cargo de la explotación de los olivos de su tío la cosecha fue de 72.266. Así que, para reafirmar sus sospechas, encargó un informe a un perito agrónomo. Este experto llegó a la conclusión de que las producciones de esos años en cuestión habían mermado con respecto a la media y que eso se debía a que el manijero estaba quedándose con parte del fruto. En total, cifró la cantidad en unos 97.000 kilos, valorados en 50.000 euros.

En el juicio, tanto la Fiscalía como la acusación particular -ejercida por la sobrina- sostuvieron que José S. B. ponía a su nombre o al de familiares kilos y kilos de aceituna que recogía en las fincas de su patrón. De hecho, reclamaron un castigo de tres años y medio de prisión por un delito de apropiación indebida.

Sin embargo, la Audiencia estima que no hay ni una sola prueba de cargo contra este vecino de La Puerta. Es más, la sentencia recoge el testimonio de la denunciante que, en el juicio, reconoció que no obtuvo cosecha alguna en la campaña 2011/2012.

Ese testimonio se complementa, igualmente, con los dictámenes que ofrecieron todos los peritos que comparecieron en la vista oral, tanto los llevados por las acusaciones como los de la defensa. Y es que los expertos coincidieron en que la abundancia de las cosechas de las fincas de olivar es "variable" cada año agrícola, ya que depende de muchos factores: la climatología, la lluvia, los tratamientos fitosanitarios de plagas, el abonado regular, la poda o la fecha de la recolección.

Por último, la resolución judicial pone de manifiesto los testimonios ofrecidos por los trabajadores de la cooperativa donde José S. B. llevaba a pesar la aceituna de su patrón. Todos coincidieron en que nunca vieron al acusado apropiarse del fruto o apuntarlo a nombre de otros familiares. Es más, algunos confirmaron que el dueño de las fincas solía acudir a la almazara para recoger los recibos. Por todo ello, la Audiencia procede a la absolución de José S. B.