El Linares elimina al Rayo B y prepara su asalto a Segunda B

El Linares Deportivo derrotó por la mínima (1-0) al Rayo Vallecano B y se clasificó para la tercera eliminatoria de la fase de promoción de ascenso a Segunda División B. Un gol de penalti de Rafa Payán en la segunda parte certificó la presencia de los azulillos en la tercera y definitiva fase, la que los separa del ansiado baño en bronce.

08 jun 2014 / 22:00 H.

El equipo de Antonio José García, “Torres”, tiene licencia para soñar con el cambio de categoría. La eliminatoria contra el Rayo Vallecano B, rival de postín y que asustaba por sus números, ha confirmado las sensaciones que el equipo ofreció contra el Terrasa. La veteranía, garra y oficio de los azulillos, junto con el aliento de una afición pasional y entregada, apenas dejó un resquicio de esperanza para el filial rayista, que nunca se vio con posibilidades de remontar la eliminatoria en un Estadio de Linarejos teñido de azul.

Y eso que el equipo de Mariano Madrid trató de poner cerco a la meta azulilla desde el comienzo del partido. Nada más empezar, a los dos minutos, Mario avisó con un fuerte disparo que se marchó desviado. Luego, Conejo también probó suerte con otro lanzamiento cercano al poste de la meta de Lopito. El Rayo B lanzó siete saques de esquina en la primera parte, por solo tres el Linares, pero la mejor noticia para los azulillos es que nunca se percibió en el ambiente que la eliminatoria peligrase. De hecho, conforme el reloj avanzó, el Linares se quitó de encima la presión visitante y empezó a animarse en ataque.


Rafa Payán, el jugador que marca las diferencias en ataque, se quedó solo ante el portero en una de las acciones más claras de los azulillos, pero se enredó y no convirtió la acción en gol. Poco después, Corbacho, una de las novedades del once titular, empalmó un balón suelto en el interior del área y un defensor lo despejó a córner. Al filo del intermedio, Embarba puso a prueba los reflejos de Lopito con un disparo envenenado al que el meta puso antídoto con una estirada espectacular. El cero al cero al descanso se recibió con vítores en la grada. Faltaban otros cuarenta y cinco minutos de supuesto abordaje rayista.


Sin embargo, la eliminatoria se le puso cuesta abajo al Linares al poco de la reanudación. En el minuto 56, Corbacho fue derribado dentro del área por un defensor y el colegiado señaló la pena máxima. Rafa Payán tomó la responsabilidad y engañó al meta con un disparo colocado. El granadino está llamado a ganarse un sitio en la historia azulilla. El gol dio alas al Linares Deportivo, cada vez más sólido y sin fisuras. El Rayo B atacaba sin convicción. Tan solo un disparo de Embarba inquietó a Lopito, pulpo bajo palos y otro de los pilares de un Linares que va en serio, empieza a tener una fe ciega en sus posibilidades y que ya se prepara para levantar el cinturón de bronce. Le faltan los dos últimos asaltos.