El Linares Deportivo, un equipo con dos caras diferentes

El Linares Deportivo parece estar empeñado en transformarse todos los partidos en el Doctor Jekyll y Mister Hyde. El conjunto de Torres sigue teniendo dos caras durante los 90 minutos y esta irregularidad le ha hecho perder varios puntos. Algo que se ha dejado notar más en estos últimos encuentros. Es un equipo con dos caras y su transformación depende mucho de cómo vaya el marcador.
Los últimos cinco partidos, en los que ha sumado siete de los quince puntos posibles, son una muestra de ello. Así, contra el Linense y el Almería B, ambos choques fuera de casa, el equipo de Torres empezó como un tiro la primera parte —hasta disfrutar de cómodas ventajas en el electrónico—para venirse abajo en la segunda. Tanto es así que, en los dos casos, estuvo muy cerca de perder más de un punto. Frente al Linense, sin ir más lejos, se dejó empatar después de ponerse con 1-3, gracias al “hat trick” de Espinar, quien jugó buena parte del segundo tiempo con molestias. A la semana siguiente, en la visita del Sevilla Atléctico, ocurrió algo similar, aunque bien es cierto que enfrente tenía un equipo de mucho más potencial. El filial sevillista dispuso de ocasiones más que sufientes para llevarse la victoria en Linarejos. Los de Torres sufrieron, y mucho, para mantener la igualada y sumar, al menos, un punto.

En el Estadio de los Juegos del Mediterráneo, ante el Almería B, a punto estuvo de repetirse la historia de la Línea de la Concepción. El Linares se marchó al descanso con una renta de tres goles y el encuentro más que encarrilado, pero, de manera incomprensible, una vez más, el nerviosismo se apoderó del colectivo hasta tal punto de temer por las tablas.

Los partidos frente al Mérida y al Jumilla son otro ejemplo de la irregularidad que muestra el equipo. Los azulillos solo reaccionaron cuando se vieron por detrás en el marcador y, a diferencia de los partidos anteriores, mostró su mejor versión en el segundo tiempo. La primera media hora del choque contra el Mérida fue un monológo del equipo visitante, con llegadas constantes al área de Jorge Sánchez. La entrada de Juanfran y el cambio de sistema dieron la vuelta al partido. La segunda mitad fue de color azulillo gracias a la reacción del equipo, tal y como pasó en el campo del Jumilla, donde el Linares ofreció una imagen muy pobre en la primera mitad ante un equipo inmerso en una crisis institucional, que venía de disputar entresemana la Copa Federación y que jugó con los mismos once los 90 minutos.

Al igual que ante el Mérida, las sustituciones fueron determinantes: Gámiz dio al equipo la profundidad necesaria para generar peligro y ocasiones, mientras que Javi Quesada, sin apenas oportunidades hasta Jumilla, marcó el tanto del empate.

08 dic 2015 / 12:34 H.