El legado de Paco Baños

Los murales de terracota del pintor linarense Francisco Baños son algunas de las piezas decorativas más importantes que se pusieron a buen recaudo ante la demolición, en 2008, del teatro Olympia. Desde entonces el Ayuntamiento contempla la restauración de estas piezas, que fueron donadas por la viuda del artista para impulsar su obra y darla a conocer a la ciudadanía. Sin embargo, la crisis económica y la falta de financiación obligaron a aplazar la iniciativa, de gran envergadura, durante los últimos años.

22 sep 2014 / 09:52 H.

 

Ahora, según explica el concejal de Patrimonio Histórico, Daniel Campos, el proyecto de conservación de los murales de Baños se retomará, “en unos días”, gracias al Programa Emple@ Joven de la Junta de Andalucía. Este plan, orientado hacia la activación del empleo entre la población menor de treinta años, permitirá que seis personas dentro de esta franja de edad especializadas en arte y restauración trabajen en la recuperación de las piezas bajo la supervisión de un profesional. “Con este proyecto que hemos solicitado y esperamos se inicie en próximos días se pondrán en valor las terracotas, unos elementos de gran categoría artística elaborados por el pintor Paco Baños, muy reconocido en el ámbito nacional”, manifestó Campos.

Los murales, al igual que diverso material mobiliario del teatro Olympia, fueron guardados en almacenes municipales para su correcta conservación y protección. Unos elementos artísticos que, tras este proceso, formarán parte de la decoración del Ayuntamiento, una vez que dicho inmueble histórico sea también intervenido para evitar su notable deterioro interno.

De esta manera, y tras varios años guardado en el cajón, el proyecto verá la luz en cuanto se realice la selección del personal que trabajará en ello, confirma Daniel Campos. La trascendencia de esta intervención, planteada ya hace seis años, unida a la difícil situación económica, provocó una sucesión de retrasos que se ha alargado en el tiempo.

 Con esta acción se completará la puesta en valor de otros ornamentos que se encontraban repartidos por las dependencias del antiguo y emblemático espacio escénico. En este sentido destacan las piezas de forja y las lámparas que presidían el escenario del ya desaparecido teatro linarense. Dichos bienes muebles, de gran tamaño, están ahora ubicados en un nuevo emplazamiento, el mercado de abastos, cuya rehabilitación y posterior apertura se hallan próximas a su finalización.

Tres de los cuatro accesos al mencionado recinto comercial cuentan, en su parte superior, con las históricas terracotas de Paco Baños, que representan motivos marítimos y otros de carácter puramente decorativos que recuerdan el pasado minero de Linares a través de chimeneas, así como el ámbito agrario mediante la evocación de campos de cereales, olivos y frutales.