El juez Ruz explica la difícil batalla contra la corrupción

El magistrado Pablo Ruz —quien, desde la Audiencia Nacional, instruyó casos tan mediáticos como Gürtel, Bárcenas, Pujol, Neymar o Fórum Filatélico— fue la guinda para cerrar el curso de verano de la UNED dedicado a la lucha contra la corrupción. En medio de una notable expectación, el juez ofreció una conferencia sobre la respuesta de la Justicia ante este fenómeno delictivo. Posteriormente, se quedó al acto de clausura e incluso entregó diplomas a los alumnos participantes.

11 jul 2015 / 08:22 H.


El prestigioso juristas ejemplificó la percepción social sobre el elevado nivel de corrupción en España a través de viñetas de Forges y El Roto. Aclaró que la demora en la instrucción se debe a la complejidad de los asuntos, la pluralidad de las partes —con múltiples imputados y perjudicados— y las estrategias dilatorias para entorpecer las indagaciones. En ocasiones —añadió— esto deriva en consecuencias indeseable, como la prescripción de delitos. La mayor parte de su intervención se centró en pormenorizar las dificultades que encuentran los jueces en la investigación de este tipo de casos. En primer lugar, Ruz se refirió a la existencia de macrocausas, un problema que tiene como principal solución la división del procedimiento en piezas separadas. Sin embargo admitió que estas también generan complicaciones. Una de las cuestiones por resolver, en opinión de Pablo Ruz, es la figura del testigo protegido o el arrepentido, cuya regulación actual no es suficiente. El magistrado también se refirió a las peticiones de nulidad surgidas a raíz de escuchas o registros. A continuación, expuso como otro problema la existencia de múltiples personaciones, en ocasiones con la presencia de varias acusaciones populares además de los propios implicados como imputados o perjudicados. “No acabamos de ponernos de acuerdo”, admitió el juez acerca de los aforamientos, un aspecto que interfiere en procesos con políticos de alto rango.
Por otra parte, mencionó los privilegios de altos cargos que se acogen a su derecho a declarar desde fuera de la sede judicial y por escrito, como hicieron los expresidentes autonómicos Esperanza Aguirre y Francisco Camps. Ruz igualmente habló de las unidades de auxilio del Banco de España, la Agencia Tributaria y otras instituciones. En cuanto a la colaboración desde el extranjero, llegó a referirse a su experiencia personal con las comisiones rogatorias. El conferenciante analizó la renuencia a la cooperación con los instructores por parte de entidades financieras. La charla concluyó con una referencia a un artículo publicado por el ubetense Antonio Muñoz Molina en “El País” el pasado mes de noviembre, un texto titulado “La corrupción y el mérito”, sobre la proliferación del problema ante el descrédito y el deterioro de la función pública en España.
Pablo Ruz fue presentado por el director del curso, Jorge Jiménez, quien destacó que se trata de un amigo y un compañero de promoción. Jiménez se encargó también de clausurar el curso junto con el alcalde, Carlos Hinojosa, y el director del centro asociado de la UNED en Jaén, Andrés Medina.  Jorge Jiménez aseguró que buena parte del éxito de la acción formativa se debía al respaldo prestado por el Ayuntamiento y la sociedad de Alcalá la Real. Hinojosa apostó por la colaboración entre los poderes públicos por el bien del ciudadano y dijo a los presentes que siempre tendrán las puertas del municipio abiertas. Andrés Medina dio las gracias a los responsables de todos los cursos y, en especial, a Francisco Martín como sostén de las visitas guiadas y otras actividades complementarias.
Antes de la charla de Pablo Ruz,  el fiscal Alejandro Luzón y la jefa de prensa de la Audiencia Nacional disertaron sobre el descubrimiento, la investigación y la divulgación de los casos de corrupción.
certamen. En la clausura se hizo público el resultado del concurso de redacción convocado por la UNED con motivo de los cursos. El primer premio, dotado con quinientos euros fue para Juan José Gálvez por “Bettina Garoza”. Hay accésit de doscientos para Juan Manuel Chica y Nicolás Aljarilla.