El juez quiere sentar en el banquillo al detenido en el “caso Tidiany”

Tidiany Coulibaly, temporero de Malí del que nada se sabe desde el 17 de diciembre de 2013, estuvo en la finca La Moratilla de Villanueva del Arzobispo.

23 ene 2015 / 11:00 H.

La parcela es propiedad de la madre del único detenido en este caso, el villacarrillense Ginés V. L. El hecho de que el maliense pisara este lugar no se desprende por sí solo, de la certeza de que ocho agentes de la Guardia Civil, y dos vecinos, hubieran encontrado allí unas orejeras de Coulibaly. Es una prenda con estampado militar, que se ponía exclusivamente “para salir”, nunca para ir al campo. Hay otro rastro más de el africano sobre esta tierra. No cabe controversia sobre la reacción del perro Elton 714, un can de la Benemérita, especialista en la búsqueda de cadáveres, que marcó un olivo muy próximo al punto en el que aparecieron los calentadores de orejas. El sospechoso en esta investigación, no supo dar una explicación sobre el porqué de que el perro ladrara. Esta es una de las conclusiones que recoge el auto de procesamiento contra Gines V. L., dictado el 16 de enero pasado, por Juan-Bosco Rite Zambrano, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Villacarrillo. En esta ciudad de Las Villas, el 18 de diciembre de 2013, un cuarto de hora después de las seis de la tarde, la desaparición de Tidiany fue denunciada por Nama Coulibaly, primo hermano de este temporero que, además, era compañero de cuadrilla en los olivares de Ginés V. L.
El magistrado da el paso para sentar al patrón del maliense en el banquillo, que ya fue detenido en mayo de 2014 y puesto en libertad, tras recibir la investigación de la Policía Judicial de la Comandancia. Los indicios que se le presentan a su señoría le hacen imputar a Ginés V. L. el delito de desaparición forzosa. En el terreno villanovense, también estuvo el sospechoso el 17 de diciembre, así lo demuestran los informes sobre la localización de su teléfono móvil. De hecho, la principal hipótesis de la Policía Judicial establece que Ginés         V. L. trasladó, en un todoterreno propiedad de su padre a Tidiany Coulibaly, junto a su equipaje, a La Moratilla. Esto, supuestamente, ocurrió entre las 12:42 minutos y las 13:30, cuando se cree que el villacarrillense regresó a su municipio. No hay duda, de hecho, de que a las 13:41, como demuestra una cámara de videovigilancia, el jefe del maliense se encontraba sin compañía alguna. Fue grabado en la cooperativa Santísimo Cristo de la Vera Cruz, de Villacarrillo al llenar el depósito de su vehículo. Vídeos anteriores, “oportunamente desaparecidos” podrían dejar claro que hizo antes del viaje a “La Moratilla” con Tidiany Coulibaly.
Ginés V. L. da hasta cuatro versiones para explicar las razones de que las orejeras estuvieran en la parcela de su madre. Dijo que eran de su hermana, que las cogió una perra de la familia, incluso, que un terceró las puso allí. Los informes policiales buscan desmontar estos argumentos. Por ejemplo, para demostrar que las orejeras solo pueden ser las del joven de Malí. Se llegan a comparar 35 modelos distintos, para dejar claro que es imposible que se repitan esos estampado. Además, se hizo entrega de un informe externo para reforzar la idea. Pero a Ginés V. L. se le atribuyen otros 13 delitos y algunas imputaciones refuerzan la línea de investigación que hace pensar que la desaparición del maliense llega tras una discusión entre este y el patrón por el jornal. La Guardia Civil estableció que, tal y como denunciaron los compañeros de este, les paga menos mitad del salario fijado para el campo, motivo de la discusión que es el supuesto origen del caso.