El juez decidirá sobre los despidos en las subcontratas de Holcim

José Rodríguez Cámara. El Juzgado de lo Social número 1 acogió, ayer, el juicio por el despido de siete trabajadores de una empresa subcontratada de la fábrica de Holcim en Torredonjimeno. Los empleados, a sueldo de la firma Montajes Eléctricos Álvarez, reclaman que se les apliquen las mismas cláusulas para su cese que a los miembros de la plantilla. 

    08 may 2009 / 11:42 H.

    El primero de los juicios previstos tras la demanda presentada por los trabajadores de las subcontratas de Holcim empleados en la fábrica de Torredonjimeno que cerró en noviembre de 2008  se celebró ayer. Comparecieron siete miembros de la plantilla de Montajes Eléctricos Álvarez, una de las firmas que prestaba servicios en la cementera tosiriana. Después del cese de la actividad en la planta, estos y otros miembros del personal subcontratado, reclamaron a la multinacional suiza que se les aplicaran las mismas condiciones que a los miembros de la plantilla que iban a ser despedidos, al no llegarse a un acuerdo, se decidió acudir a la Justicia. Andrés Bódalo, del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), una organización que respalda las demandas de este colectivo, mostró ayer su satisfacción por el desarrollo de la vista.  Y es que, como dijo, fueron muy importantes los testimonios de los trabajadores directos de Holcim que dejaron claro que los denunciantes trabajaban en las mismas instalaciones, vestían las mismas ropas o recibían las órdenes de los mismos jefes. “Creo que la Justicia será sensible con la demanda”, consideró Andrés Bódalo. Manuel Soriano, portavoz de Holcim para la fábrica tosiriana, fue cauto a la hora de valorar la vista, aunque sí fue claro al afirmar que las exigencias, en sus palabras, “no tienen sentido”. El juicio ha quedado visto ya para sentencia. El próximo 28 de mayo, habrá otra vista similar a la de ayer, en la que se verán las caras Holcim y los trabajadores de otras dos subcontratas que, con el cierre de la industria tosiriana, también despidieron a parte de su plantilla. Después del cese de la actividad de la fábrica, Holcim y el comité de empresa llegaron a un acuerdo sobre los despidos que satisfizo a las dos partes, un convenio que incluía prejubilaciones e incentivos para el traslado de trabajadores a otras fábricas del grupo. Los subcontratados exigieron, incluso con un encierro, beneficiarse del mismo tipo de medidas que sus compañeros.