El jiennense Ydáñez expone una retrospectiva de sus rostros en Valencia
Diana Sánchez /Jaén
Cargados de expresión y emoción, los rostros del pintor jiennense Santiago Ydáñez se exponen en la sala valenciana de la Fundación Chirivella Soriano. Se trata de una muestra retrospectiva que ofrece las distintas etapas del artista desde que, en 1998, presentara su primera obra con la imagen de una cara.

Cargados de expresión y emoción, los rostros del pintor jiennense Santiago Ydáñez se exponen en la sala valenciana de la Fundación Chirivella Soriano. Se trata de una muestra retrospectiva que ofrece las distintas etapas del artista desde que, en 1998, presentara su primera obra con la imagen de una cara.
Los sentimientos que expresó el pintor Santiago Ydáñez en sus conocidos rostros se muestran en la sala de exposiciones de la Fundación Chirivella Soriano de Valencia bajo el título Lo real hecho sagrado. Una mirada retrospectiva de las diferentes caras que creó el jiennense a partir de 1998. “En estos rostros se pueden apreciar varios sentimientos que transmiten, así como las distintas capturas, es decir, las materias con las que están realizadas”, explica el pintor. En este sentido, se encuentran las primeras creaciones que se caracterizaban por ser más teatrales, hasta las más irónicas. “Luego pasé a unos retratos más primitivos y brutos hasta llegar a otros más serenos, más místicos”, manifiesta Ydáñez.
Más de una treintena de grandes cuadros que pertenecen al autor —excepto uno que es propiedad de un coleccionista jiennense y otro que es de la fundación valenciana— acercan al espectador varias reflexiones sobre los sentimientos humanos que van desde la locura o la brutalidad infantil, entre otros. Aunque el nexo es el rostro, en la exposición también se pueden ver dos retratos de una colección dedicada a vírgenes con un carácter más religioso. Además, incluye un cuadro sobre una momia de Palermo y una naturaleza muerta en la que representa a una especie de Ofelia sobre flores. Entre los trabajos también se pueden apreciar los que guardan una línea dedicada a animales, por medio de primeros planos humanizados que fijan la expresión de su mirada. Una de las características que distinguen a Ydáñez con sus rostros es su fuente de inspiración ya que la mayoría están basados en su propia cara maquillada. Por otra parte, también toma rasgos de retratos de amigos o fotografías de desconocidos.
La obra del jiennense no sólo se encuentra en tierras valencianas ya que el Castillo de Santa Bárbara de Alicante acoge, hasta el próximo 24 de octubre, la colección Mare Nostum. “Se trata de un canto a la vida en el que incluyo imágenes eróticas, de toreros o retratos que reflejan la dureza del papa Pío XII”, comenta Ydáñez. En la exposición también se muestra el peso de la religión en la historia occidental, así como una visión de la emergencia de la vida a partir de unas caras de niños durante el parto.
Por otro lado, el artista de Jaén se halla inmerso en un nuevo proyecto que se centra en las fiestas de máscaras ancestrales de Bragança, cerca de Zamora, que se celebran en las mismas fechas que el carnaval. “Son una herencia de ritos seudo religiosos seudo profanos en los que los hombres persiguen a las muchachas. En mi serie me centro en las máscaras y en los disfraces de diablos con los que se visten los vecinos de estas zonas, que son como unos pijamas rojos”, dice. En concreto, el autor presenta algunos trabajos de esta colección en la web: http://ydanez.blogspot.com.
Un continuo estudio de la compleja naturaleza humana a partir de la visión personal del jiennense. Uno de los pintores jóvenes españoles con mayor proyección internacional.