El jiennense que rescató al Terrassa de la desaparición
Jesús Fernández es un jiennense de pura cepa. No solo porque naciera en Jimena hace 45 años, sino porque tiene parientes en media provincia. El presidente del Terrassa FC, con familiares en Torres, La Carolina, Jaén e, incluso, Linares, no acaba una frase sin nombrar a su tierra de origen. El mediano de nueve hermanos llegó, junto con su familia, a Cataluña con solo cinco años.

Como otros tantos jiennenses ha tenido que “trabajar duro para prosperar en la vida” y como a otros tantos jiennenses no le ha ido nada mal. En la actualidad, tiene varias empresas, entre ellas una de construcción, y un equipo de fútbol que salvó de la desaparición. “Nada más llegar, me encontré con una deuda de más de cuatro millones de euros de la pésima gestión realizada por el anterior presidente”, recuerda. Se hizo cargo de una entidad en bancarrota, con otro industrial de la ciudad, que, a las pocas semanas, abandonó el barco. Lejos de intimidarse, se echó para adelante hasta lograr una estabilidad económica que le ha costado el dinero. “Al principio puse mucho para poder pagar las deudas que dejaron otros; ahora pongo menos, pero lo pongo”, dice Fernández.
El Terrassa Olímpica 2010, nombre oficial del club, no cuenta con muchos apoyos institucionales y apenas van quinientas personas al fútbol. Sin embargo, goza de una contabilidad envidiable con la que mantiene, además del primer equipo en Tercera, unas categorías inferiores compuestas por 32 conjuntos y más de quinientos chavales. “Todo un orgullo para nosotros”, añade el presidente.
Cuando las bolas emparejaron a su club con el Linares, reconoce que sintió emoción. “Sé que es un equipo poderoso, pero me dio alegría. Es más no me dolerá tanto si me elimina, porque se trata de un club de mi tierra, a la que quiero tanto”, admite con un nudo en la garganta. Jesús Fernández, que, cada año, baja varias veces a su pueblo natal, tiene tantas ganas de que llegue el partido que apenas pega ojo. Quiere organizar una comida de hermandad con la directiva azulilla, prepara una bufanda conmemorativa de la eliminatoria y antes del partido entregará una serie de obsequios a su homólogo linarense, Pedro Sáez. “Mi deseo es que mis paisanos se estén a gusto en Terrassa y haré todo lo posible para que así sea”, indica. De momento, ya se ha encomendado a la Virgen de los Remedios, patrona de Jimena, a la que tiene especial devoción.