El informe de un prestigioso forense afirma que Javier Joyanes falleció atropellado

Rafael Abolafia / Jaén
Maximiliano Joyanes y Maribel Castilla, los 'padres coraje', llevan cuatro años peleando por aclarar las circunstancias en las que murió su hijo Javier. Para la Guardia Civil, el fallecimiento se produjo por una caída accidental. Para la familia fue un crimen. Ahora, un informe firmado por el prestigioso forense sevillano Luis Frontela afirma que la muerte se debió a un atropello.

    05 sep 2012 / 10:26 H.

    El dictamen de uno de los expertos españoles más reconocidos en Medicina Legal supone un argumento más para cuestionar la versión oficial de la Guardia Civil, tambaleada por la “investigación paralela” desarrollada por estos “padres coraje”. Su historia arranca el 7 de septiembre de 2008. Javier Castilla, un ingeniero informático, acudió, el día de antes, a la boda de un amigo a La Calahorra, en Granada. A las cinco menos cuarto de la madrugada, telefoneó a su madre. La conversación duró apenas cuatro segundos antes de cortarse. La tarde siguiente, dos vecinos del pueblo encontraron el cadáver de Javier en el cauce seco de un río. El cuerpo sin vida estaba a los pies de un terraplén de unos cinco metros de altura.
    La Guardia Civil determinó que se trató de una muerte “accidental”. La hipótesis de los investigadores es que el joven abandonó el salón de bodas pasadas las cuatro y media de la mañana, ya de regreso al hostal en el que se hospedaba. En el trayecto se perdió. Iba a oscuras y hablaba por el móvil. En un terreno que no conocía, Javier se cayó a la rambla. La Guardia Civil llegó a esa conclusión apoyada en los informes de los forenses del Instituto de Medicina Legal de Granada, que determinaron que el joven jiennense falleció como consecuencia de una caída. Por ello, el Juzgado de Guadix archivó el caso apenas un mes después de los hechos. No obstante, la versión oficial nunca convenció a Maribel y a Maxi. Durante los últimos cuatro años, han dedicado todo su tiempo, su esfuerzo y su dinero a tratar de esclarecer lo que para ellos es una muerte violenta. De hecho, lograron que la causa se reabriera gracias a que encontraron lagunas y contradicciones en la versión oficial de la muerte de Javier.
    La principal fue un informe, elaborado por el médico Aurelio Hernández Triviño, quien considera que las lesiones de Javier se produjeron por “un mecanismo distinto a la caída” y apuntó la hipótesis del atropello. Ahora, un segundo dictamen también apuntala esta conclusión. Está firmado por Luis Frontela, uno de los forenses más prestigiosos del país.
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