El indulto a los "padres" de Cofiman indigna a extrabajadores de EDM

No daban crédito cuando se desayunaron el titular “Indultos ‘cofrades’ a defraudadores”. La noticia, publicada por Diario JAÉN, recogía la decisión de hermandades de Pasión de Mancha Real de cursar la petición de indulto para cuatro vecinos del municipio, en prisión, por delitos contra la Hacienda Pública. Son los fundadores de Cofiman, la malograda informática nacida en 1989.

10 jun 2014 / 22:00 H.

Entre los reos para los que se solicita la gracia están antiguos directivos de Electronics Devices (EDM). Esta industria se constituyó como un centro especial de empleo, con ayudas públicas por la contratación de discapacitados;continuó con la actividad informática en el municipio, pero no corrió mejor suerte que Cofiman, también se arruinó. “Queremos expresar nuestra indignación. Estamos en total disconformidad con esta petición de las cofradías para estas personas que, aún después de haber recibido numerosas subvenciones, llegaron a deber nueve mensualidades a los empleados de EDM, en su mayoría, personas con minusvalía”, reflexiona Javier Rodríguez, que fue miembro del comité de empresa.
Esta iniciativa, de la que se desvinculó uno de los encarcelados, que prefiere no beneficiarse de este movimiento social, causa pasmo entre los antiguos empleados. Van más allá de la oposición y recuerdan que uno de los que está en prisión, “cerebro” de EDM, está condenado a seis años de inhabilitación. “Es difícil que dé trabajo a nadie”, añaden, además de precisar que fue considerado culpable de la sociedad en la que trabajaban que, también, como dejan claro, está en el punto de mira del juez instructor del caso Invercaria, por el supuesto pago de ayudas de forma ilícita por una empresa pública de la Junta de Andalucía.
A la alcaldesa, la socialista Micaela Martínez, antiguos miembros de la plantilla le afean que dé su respaldo a la petición de indulto. Le proponen que, si está interesada en sus paisanos, que busque a los “verdaderos inocentes de esta causa”. De esta forma, se refieren el representante de la plantilla a sus compañeros. Le echan en cara, a la política y a las cofradías, que no mostraran esta determinación de ayuda durante los tres años que sufrieron los problemas de impagos de EDM. El personal se plantea, incluso, remitir una carta al Gobierno para paralizar una hipotética concesión de la medida de gracia.