El huevo de Navidad

Ignacio Frías/Jaén
Es un belén que alimenta, casi culinario, pues la familia de la jiennense Carmen Mata, a raíz de él, ha podido degustar toda las variedades posibles de tortilla. Las figurillas de su belén, este año, son huevos de gallina y de codorniz convenientemente caracterizados de los personajes.

    23 dic 2010 / 11:45 H.


    “Cada año hacemos el belén y nos gusta, a mi hijo, a mi nieta y a mí hacer las figuras porque nos encantan las manualidades. En otras ocasiones las hemos hecho de plastilina, pero este año se me ocurrió que podíamos hacerlo de huevos y hemos empleado docenas”, explica Carmen Mata. Se trata de huevos crudos y para poder aprovecharlos les han hecho dos pequeños agujeritos y, soplando por uno de ellos, les extrajeron las claras y las yemas. Como a la familia le gusta la tortilla en sus diferentes formas pues han tenido género suficiente para afrontar las fiestas navideñas con ganas. Y los desayunos, meriendas y postres, bizcochos y flanes... de huevo, por supuesto.
    Una vez que  los huevos estaban vaciados de contenido, les han añadido elementos, como trozos de tela o de fieltro, plastilina, pintura a la tempera o acrílica, o toques de rotulador para caracterizar a cada personaje habitual de los nacimientos y a los animalitos de forman parte de las diferentes escenas bucólicas, pastoriles o costumbristas. “El portal de belén lo hemos hecho con cortezas de árboles y con lo huevos hemos hecho al Niño, a la Virgen, a San José, al buey y a la mula, a los Reyes Magos y al ángel”, manifiesta Carmen Mata.
    Con esos elementos, e incluso con el misterio solo, se tiene un belén en toda regla, pero el suyo no se queda ahí. No falta un lago de aguas mansas hecho con un plato plano cubierto de papel de aluminio, con sus piedras alrededor y una lavandera. Hay también un horno de pan y otras representaciones de oficios artesanos. Tampoco faltan otros grandes protagonistas de la fiesta navideña, como son los orondos pastores y sus orondas ovejas de huevos de codorniz.
    Asimismo, el belén tiene su huerto con su hortelano y sus hortalizas con hileras de sus delicias características hechas para la ocasión con plastilina y brotes de lentejas germinadas. Todo un canto a la imaginación.